La compañía, tras dejarse más de 1.500 millones de euros de su capitalización, sube en Bolsa este jueves
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
EiDF ha formalizado un acuerdo para la compra de tres plantas solares fotovoltaicas en la provincia de Burgos que suman un total de 238 megavatios (MWp), avanzado así en “el desarrollo de su cartera de generación con el fin de nutrir su ‘pipeline’ y contribuir así al cumplimiento e incremento de los objetivos de su plan de negocio”, informó la compañía.
El grupo formaliza así estas adquisiciones después de haber sufrido un derrumbe en Bolsa, tras volver a cotizar el pasado lunes después de estar suspendida desde el pasado 14 de abril, que le ha llevado a dejarse más de 1.504 millones de euros de capitalización en tres días.
Este jueves, después del castigo bursátil de estos días, los títulos de la empresa volvían al terreno positivo y se apuntaban una subida del 3,83%, hasta los 3,9 euros.
En concreto, se tratan del proyecto de Garoña Alfacuarta con una potencia de 100 MWp, que ya cuenta con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable y con la autorización administrativa previa; así como el de Barcina Garoña Vega I y II, que cuentan con una potencia de 69 MWp cada una de ellas, contando también con la DIA favorable y estando pendiente de la resolución de la autorización administrativa previa próximamente.
El grupo especializado en autoconsumo fotovoltaico señaló que la potencia que generarán las tres plantas será así de 238 MWp y producirán una energía de aproximadamente 179.420 megavatios hora (MWh). Estos proyectos se suman a las siete adquisiciones nuevas al ‘pipeline’ en 2023 por un total de 357 MWp. Actualmente, la compañía tiene 40 plantas en construcción en 2023.
Con estas adquisiciones, EiDF Solar destacó que refuerza el avance de los proyectos que componen el ‘pipeline’, que se sitúa cerca de los 2.600 MW, “dándole más solidez a la cartera de esta línea de negocio, con proyectos ‘nicho’ repartidos por todo el territorio nacional.
Asimismo, la empresa destacó que mantiene su actividad operativa con “toda normalidad gracias a la solidez de su negocio y continua con su estrategia para los años 2022 y 2023 centrada en la construcción de proyectos que no excedan de los 10 MW para reforzar su cartera de proyectos ‘nicho’ con menor afección, lo que implica menos trámites para su desarrollo y construcción”.*
COMPRAS DE ACCIONES POR MIEMBROS DEL CONSEJO.
Por otra parte, la compañía ha visto como en estos últimas días se han producido la compra de acciones por miembros de su consejo de administración, en pleno derrumbe de la cotización.
En concreto, su consejero Bruno Díaz, a través de la sociedad Sigma Energy Consulting Corporation, y su secretaria del consejo de administración, María Carmen Costas, han adquirido más de 21.000 títulos de la compañía. Bruno Díaz se hizo este miércoles con 20.000 títulos de la compañía, mientras que Costas adquirió este jueves 1.068 acciones, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El supervisor bursátil acordó la semana pasada levantar la suspensión cautelar que pesaba sobre la compañía. La decisión de la CNMV de permitir su vuelta al mercado se produjo tras ponerse a disposición del público información suficiente respecto a las circunstancias que aconsejaron la adopción del acuerdo de suspensión.
Dicha información incluía las comunicaciones de información privilegiada realizada desde la fecha de la suspensión por la propia sociedad y el requerimiento adicional de la CNMV.
NO DAR AL MERCADO UNA INFORMACIÓN COMPLETA
El supervisor acusó a EiDF Solar de no haber dado al mercado una información completa, omitiendo el resumen ejecutivo del informe forensic realizado por Deloitte, y de haber llevado a cabo “omisiones muy relevantes”.
El pasado jueves, la CNMV hizo público un requerimiento que remitió a la compañía el pasado 21 de agosto en el que le comunicaba que la información que presentó la empresa en su momento, con sus cuentas reformuladas después de más de cuatro meses suspendida de cotización, era incompleta y podía “inducir a confusión al público”.
En este escrito, el organismo presidido por Rodrigo Buenaventura advertía a la empresa dirigida por Fernando Romero de que el informe forensic de Deloitte incluía un relato de hechos y evidencias “de gran trascendencia” para los accionistas de EiDF.
De ellos, destacaba las evidencias de “posible falseamiento de documentos por parte de la compañía, dada su especial relevancia”. En relación con ello, añadía que PwC, el auditor de las cuentas del grupo, había tenido en cuenta este forensic en su trabajo, “que se ha materializado entre otros aspectos, en una limitación al alcance de su opinión de auditoría, dadas las debilidades de control interno identificadas en el forensic en estas materias”.
Hace dos semanas, EiDF presentó sus cuentas reformuladas correspondientes al ejercicio 2022. El grupo, debido a las discrepancias con PwC, no pudo presentar sus cuentas del pasado ejercicio dentro del plazo legal, que expiraba a finales de ese mes de abril, y contrató, posteriormente, los servicios de Deloitte para llevar a cabo “una investigación tendente a analizar y a recabar evidencias relativas a incidencias y/o discrepancias” mantenidas con PwC en el proceso de auditoría de sus cuentas del año pasado.
Tras la presentación de estas cuentas, la CNMV apremió, en un escrito de requerimiento, a EiDF para que, “lo antes posible” y no más tarde de las 8.00 horas del pasado 24 de agosto, publicara la información adicional solicitada y el contenido íntegro del resumen ejecutivo del informe forensic.
La compañía no atendió la petición de la CNMV en plazo, por lo que el supervisor procedió a realizar un requerimiento de información adicional.
“CREADO, MODIFICADO O FALSEADO” DOCUMENTOS
En concreto, la información requerida por la CNMV versaba sobre hechos como que en el informe se hablaba de que “en algunas de las actividades y operaciones con terceros analizadas se han identificado situaciones en las que se habrían creado, modificado o falseado documentos”.
Asimismo, se señalaba que todos los deudores incluidos en el alcance del forensic presentaban “una vinculación directa e indirecta con Fernando Romero, el máximo accionista del grupo, y que, según el informe, “se identifican numerosas incidencias relativas, entre otras cuestiones, a facturas y pagos por servicios que podrían no haberse prestado o no estar justificados, así como a la falsificación de documentos”.
En este sentido, refiriéndose al informe forensic, advierte de que algún deudor “habría emitido facturas que no se corresponderían con servicios efectivamente prestados, por lo que podrían tratarse de facturas falsas”.
Igualmente, la CNMV solicitaba información respecto a posibles discrepancias entre costes registrados en contabilidad y el grado de avance real de la obra recogidas en el informe.
UN NUEVO CEO
Adicionalmente, el organismo presidido por Rodrigo Buenaventura pedía a EiDF que comunicara que contratará un nuevo consejero delegado, tal y como recogía en la información que publicó el pasado 17 de agosto.
En este caso la compañía sí que remitió un comunicado en el que indicaba que la reordenación de funciones ejecutivas que anunció implica la contratación de un nuevo consejero o consejera delegada y que el plazo máximo para finalizar el proceso de incorporación será de seis meses.