La rentabilidad de las constructoras europeas sigue presionada por los costes energéticos y la escasez de materias primas, según Scope
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Ferrovial, ACS y Sacyr, tres de las mayores empresas de construcción de España, han vendido activos en los últimos dos años por un valor total conjunto de 7.000 millones de euros, lo que les ha proporcionado fondos para crecer en concesiones.
Según figura en un informe de Scope Group, las tres empresas se han enfocado en adquirir o participar en nuevos activos que les reporten mayores beneficios en el futuro, sobre todo en el mercado concesional de Estados Unidos.
En concreto, Ferrovial, que prevé dar este año el salto a la bolsa estadounidense, ha invertido en un proyecto de 9.500 millones de euros para renovar las terminales de pasajeros del aeropuerto JFK (Nueva York).
Al mismo tiempo, ACS ha comprado el 56,7% de la autopista de peaje SH 288 en Texas por 1.000 millones de euros, mientras que un consorcio integrado por Sacyr negocia la construcción, explotación y mantenimiento durante 50 años de un tramo de autopista en Luisiana.
En 2022, las concesiones aportaron en torno al 20% de los ingresos de las grandes empresas europeas del sector, como las francesas Vinci y Eiffage, pero más del 65% del resultado bruto de explotacion (Ebitda).
La directora de ratings de Scope, Rigel Patricia Scheller, explica que las constructoras se enfrentan a una reducción de los márgenes de beneficio debido a los cuellos de botella en la cadena de suministro y al aumento de los costes, incluso cuando la cartera de pedidos es sólida, razón por la que cada vez más empresas buscan ampliar su negocio de concesiones.
“En Europa, la financiación de carreteras y ferrocarriles por la Comisión Europea y los gobiernos nacionales son buenos ejemplos del estímulo que reciben los proyectos de ingeniería civil e infraestructuras sociales, que impulsan el crecimiento del sector”, recoge el informe.
PERSPECTIVAS
En términos generales, las perspectivas crediticias de las empresas del sector europeo de la construcción se mantienen “estables”, debido a la buena situación de la cartera de pedidos y a pesar del “incierto entorno económico”.
Sin embargo, las perspectivas parecen menos halagüeñas para las constructoras más expuestas a la edificación, ya que el endurecimiento de las condiciones crediticias está limitando la demanda, provocando un descenso de la construcción residencial, con varios proyectos retrasados o paralizados debido a la incapacidad de los clientes para obtener financiación.
Asimismo, la rentabilidad de las empresas constructoras sigue presionada por los elevados costes energéticos y la escasez de algunas materias primas, a pesar de la buena situación de los pedidos pendientes.
Aunque han disminuido las perturbaciones en las cadenas de suministro relacionadas con la pandemia y se está relajando cierta presión sobre los precios, Scope espera que los márgenes de rentabilidad se mantengan estables pero por debajo del 5%.
“La inflación seguirá reduciendo los márgenes de beneficio de las constructoras, ya que suele haber poco margen para ajustar los precios de los contratos existentes”, concluye el informe.