MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El estudio sobre inversiones en fondos soberanos presentado este jueves por la gestora Invesco ha señalado que los inversores están adaptando sus carteras al nuevo entorno macroeconómico, caracterizado por una inflación persistente y un aumento del riesgo geopolítico y climático tras un 2022 en el que estos fondos registraron en su mayoría rendimientos negativos.
La gestora ha detallado a través de un comunicado de prensa que la mayoría de los inversores, ante un escenario inflacionista que se prevé más complicado en esta década que en la anterior, se están replanteando su estrategia de inversión en renta fija y activos privados, junto con un renovado interés por los mercados emergentes.
La renta fija es el tipo de activo con más opciones de aumentar en su asignación estratégica en el próximo año por parte de los fondos soberanos, según el estudio, con una intención de asignación del 28%, superando las infraestructuras (25%), el capital riesgo (21%), la renta variable cotizada (15%) y el sector inmobiliario (9%).
Sin embargo, adoptarían una actitud distinta al usual en cuanto a la renta fija a través de un enfoque más activo y táctico, creando valor mediante el reequilibrio de diferentes segmentos de deuda y utilizando una amplia gama de estrategias, similares a las acciones cotizadas.
Por lo tanto, ha apuntado Invesco, los segmentos alternativos de la renta fija pueden desempeñar un papel más importante con el crédito privado, el alto rendimiento y la deuda de infraestructuras como las opciones más atractivas.
MAYOR INTERÉS EN LOS MERCADOS EMERGENTES
El informe ha señalado que ante un contexto de elevados tipos de interés y su estabilización en el tiempo ha renovado el interés por los mercados emergentes hasta el punto de que el 71% de los fondos soberanos espera que los mercados emergentes igualen o superen los resultados de los mercados desarrollado en los próximos tres años gracias a su resistencia, fortaleza institucional y estabilidad.
En ese sentido, la región más popular sería la de Asia-Pacífico, en la que una tercera parte de los inversores consultados tiene la intención de aumentar sus asignaciones, seguida de América Latina.
De manera más concreta, la India es considerada por el 76% de los inversores como una oportunidad atractiva para la deuda de mercados emergentes, seguida por Corea del Sur, apuntada por un 56% de los inversores, México, Brasil, Indonesia y Sudáfrica, que reciben la atención de casi la mitad de los preguntados.
MÁS SELECTIVOS EN ACTIVOS PRIVADOS
Tras la crisis energética de 2022 derivada de la guerra de Ucrania, dentro de las infraestructuras (la clase de activos más atractiva para el próximo lustro), hay un interés considerable en la generación de energías renovables, así como su transmisión y suministro.
Esta subida se encuentra ligada, a su vez, con el dato de que en los últimos seis años el número de fondos soberanos con políticas ESG (criterios ambientales, de sostenibilidad y gobernanza) ha crecido del 46% al 79% y de que la mayoría de los 27 fondos soberanos creados desde 2012 (la mayor parte en África y Asia-Pacífico) tiene la transición energética entre sus objetivos más comunes, ligeramente por encima de la creación de empleo y de PIB.
Por otra parte, los inversores se muestran ahora más cautos con las operaciones de alto apalancamiento, y casi la mitad de los fondos soberanos afirman haberse visto disuadidos de realizar operaciones inmobiliarias, de capital riesgo y de infraestructuras debido a estructuras de deuda poco atractivas.
De hecho, el sector inmobiliario se percibe como el segmento de activos privados menos atractivo y muchos fondos soberanos expuestos a este sector han buscado diversificarse en áreas como la industrial, la sanitaria y los centros de datos, que han ganado popularidad debido al crecimiento de las tecnologías digitales y el trabajo a distancia.