MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El 80,2% de los trabajadores de 16 a 74 años realizaron tareas repetitivas, al menos en cierta medida, durante el año 2022, lo que equivale a más de 16,3 millones de ocupados, según el ‘Módulo sobre Capacidades Profesionales’ procedente de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por sexos, este porcentaje fue mayor entre las mujeres (82,04% frente al 78,64% de los hombres, y entre los trabajadores de 55 a 74 años, con un 82,2%, frente al 78,2% de los de 16 a 34 años y el 80,33% de los de 35 a 54 años.
A medida que aumenta el nivel de formación del trabajador, el INE observa un descenso en la realización de tareas repetitivas, pasando del 86,56% para los ocupados de nivel bajo al 84,27% para los de nivel medio y al 73,95% para los de nivel alto.
En cuanto a los trabajadores que dejaron su empleo en los últimos dos años, el porcentaje de los que “siempre, en gran medida o en cierta medida” realizaron tareas repetitivas en su último empleo fue del 81,74%, ligeramente por encima del que muestran los ocupados.
Según Estadística, el 10,2% de los 20.373.400 ocupados de 2022 dedicó más de la mitad de su tiempo a realizar cálculos relativamente complejos; el 11,9% a leer manuales y documentos técnicos relacionados con el trabajo, y el 15,1% a asesorar, formar o enseñar a otras personas.
Las tareas a las que se dedicó la mitad del tiempo o más en mayor proporción fueron las de interactuar con personas de la misma empresa u organización (46,6% de los ocupados), interactuar con personas externas a la empresa u organización (43,7%) y trabajar con dispositivos digitales (41,9%).
Por sexo, un 30,6% de los hombres dedicaron la mitad de su tiempo o más a realizar esfuerzos físicos, frente al 21,96% de las mujeres; un 21,6% dedicó ese tiempo a realizar tareas que requieren destreza con los dedos, frente a un 15,7% de mujeres; y un 38,7% dedicó la mitad de su tiempo de trabajo o más a trabajar con dispositivos digitales (45,5% en el caso de las mujeres).
Los porcentajes de personas ocupadas que dedicaron la mitad de su tiempo o más aumentaron con el nivel de formación a la hora de trabajar con dispositivos digitales, leer manuales y documentos técnicos, realizar cálculos relativamente complejos, interactuar con personas de la misma empresa o externas, y asesorar, formar o enseñar a otras personas.
En cambio, en realizar esfuerzos físicos y realizar tareas que requieren destreza con los dedos sucedió lo contrario.
INFLUENCIA EN EL ORDEN Y EL CONTENIDO DE LAS TAREAS
La estadística refleja que el número de trabajadores por cuenta propia que tenían una amplia o muy amplia influencia tanto en el orden como en el contenido de las tareas en su empleo principal fue de 2.289.400, lo que equivale al 70,7% del total. En el caso de los asalariados, el porcentaje es del 25,8%.
Por el contrario, el 1,45% de los trabajadores autónomos y el 6,3% de los asalariados tenían cierta influencia en el orden y poca o ninguna en el contenido de las tareas.
Distinguiendo entre sexos y nivel de formación alcanzado, los hombres con estudios medios o superiores tenían mayor grado de influencia sobre el orden y contenido de las tareas que las mujeres.
Asimismo, el número de ocupados de 16 a 74 años que declararon que las tareas de su empleo principal se describían con precisión “siempre, en gran medida o en cierta medida” fue de 12.390.100, y el de las que consideraron que el grado de precisión era “muy poco o en absoluto” fue de 6.582.600, lo que equivale al 60,82% y al 32,31% del total, respectivamente.