BILBAO, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha hecho un llamamiento a los responsables políticos a “sentarse” porque hay temas que son “pactos de Estado” y ha lamentado que “mande”, en estos momentos, la radicalidad de los extremos”.
Por su parte, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, cree que hay un “ruido excesivo en la calle” porque hay un populismo que se está haciendo “fuerte” y solo se transmiten “mensajes negativos”.
Garamendi y Tapia han realizado estas reflexiones en una mesa redonda sobre el ‘Diálogo sobre el impacto de la comunicación en la actividad de las empresas’ organizada dentro los actos de celebración del X Aniversario de Dircom Norte, que han reunido en Bilbao a más de 200 profesionales.
En el encuentro, ambos ha defendido que la comunicación es “clave” en sus respectivos ámbitos y, en concreto, el presidente de la CEOE ha defendido que hay que trabajarla “con normalidad y presentarte tal y como eres”.
Garamendi ha manifestado que, a veces, la sociedad difiere totalmente de los mensajes que se ven y es “mucho más moderada de lo que realmente se transmite”. En este sentido, ha señalado que la CEOE demuestra “con los hechos” que apuestan “por la moderación y el diálogo” y ha asegurado que el diálogo social “genera la mayor infraestructura de un país, que es la paz social”.
Garamendi cree que te puedes “sentar perfectamente con alguien que no piensa como tú” y, si hay “una lealtad de un objetivo común” y “entendiendo las partes de cada uno”, se pueden llegar a acuerdos o también “pactar los desacuerdos”.
En este sentido, tras indicar que falta el sentido de Estado, que es “querer a tu país”, ha asegurado que es “fundamental” la lealtad institucional. “Es saber dónde estás. Los mecanismos institucionales realmente son los que conforman también que la sociedad avance y yo creo que cada día hay menos respeto a esa lealtad o a esa institucionalidad. “Yo creo que ese es otro problema”, ha añadido.
PACTOS DE ESTADO
Garamendi, que ha hecho alusión a las campañas electorales, ha llamado a los responsables políticos a “sentarse” porque hay “auténticos temas de pactos de Estado” donde “unen mucho más cosas de las que separan”. En este sentido, ha indicado que parece que “la radicalidad de los extremos” es la que “manda”, cuando la ciudadanía está preocupada “por muchas otras cosas muy diferentes” y quiere “tranquilidad”.
En su intervención, también ha aludido a las dificultades que vivieron los empresarios durante la violencia de ETA relacionándolo con las reticencias que, por esta razón, tenían a salir públicamente.
Tras indicar que es “difícil” hacer el cambio porque han sido más de 40 años de una “situación incomprensible, violenta y rechazable”, ha recordado que hubo casi 50 empresarios asesinados, 50 secuestrados, se calcula que 10.000 extorsionados y la “diáspora y el sufrimiento en la familia, hijos y amigos”.
Garamendi ha asegurado que ha sido “muy complicado”, sobre todo, si no estaban en las grandes ciudades. A su juicio, aunque son “muy buenos” los pasos que se han dado, cree que todavía “algunos tiene que dar algún paso, tiene pedir perdón y asumir también las responsabilidades que han tenido”.
En este sentido, ha lamentado que, a veces, no se conozca “ni aquí” que Euskadi tiene unas pymes industriales “espectaculares” que son “líderes mundiales”, por lo que considera que hay una “labor importante”.
Por otra parte, ha lamentado que los empresarios están sufriendo últimamente “una serie de ataques”, pero cree que “llega un momento que se descalifica más al que los hace que al que los recibe” y se muestra favorable “a no entrar al trapo”.
Asimismo, tras señalar que han presentado un PERTE de los medios de comunicación al que no han tenido respuesta, ha indicado que el sistema tradicional de medios está pasando por “una transformación” y, tras lamentar que se esté perdiendo a “gente preparada” y defender que los periodistas tienen que estar “bien pagados”, ha asegurado que les interesa que haya unos medios “fuertes, potentes e independientes”, porque, si no lo son, empiezan a depender del “político o del poder de un Gobierno”.