Señala que la implantación de medidas particulares por España pone “en riesgo la cohesión con Europa y “la seguridad jurídica y regulatoria”
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El sector eléctrico ha defendido que una reforma estructural del mercado eléctrico, tal y como defiende el Gobierno español, “no es la solución” y ha pedido que no se produzcan “intervenciones regulatorias descoordinadas” en situaciones de crisis, como las vividas en 2022 por la crisis energética tras la invasión de Ucrania por Rusia, y que la reforma que vea la luz esté basada en “medidas estructurales y permanentes de implantación a nivel europeo”.
En una jornada organizada por Enerclub, el director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa, José Casas, consideró que la reforma del mercado eléctrico debe focalizarse en facilitar las inversiones en renovables, el almacenamiento o la digitalización, “para garantizar no solo la transición energética, sino la independencia energética necesarias ante la reciente volatilidad de los precios”.
Casas señaló que el mercado eléctrico español ha dejado de ser “en buena parte una isla energética”, con unos precios antes de la crisis que estaban ya en plena convergencia con los del resto de la Unión Europea, y ha jugado “un papel importante” de apoyo a Francia con sus exportaciones de electricidad al país vecino.
De esta manera, advirtió de que las actuaciones que vayan en la dirección de implantar medidas particulares que diferencien a España del resto de sus vecinos europeos “solo pueden dificultar la progresiva cohesión de España con Europa y la competencia en general, poniendo en peligro los beneficios logrados hasta ahora y, posiblemente, aumentando el coste general de la transición energética en el futuro, a la vez que se pone en riesgo la seguridad jurídica y regulatoria”.
EVITAR MEDIDAS PARTICULARES O QUE SEAN EXCEPCIONALES.
Así, insistió en que las medidas de emergencia por razones de crisis o particulares a un determinado mercado “siempre deberían evitarse y, como mucho, tendrían que ser medidas temporales, excepcionales y eliminarse tan pronto como sean posibles, por su efecto negativo en la integración del mercado interioreuropeo”.
En este sentido, apostó por una Unión Europea con un mercado eléctrico que “dé señales claras a largo plazo para impulsar la creación de un mercado que permita alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos, garantizar la seguridad de suministro, proteger a los consumidores y a la industria de variaciones de precios, aumentando la estabilidad, la apreciabilidad del coste de la energía y contribuyendo así a la competitividad de la economía europea”.
Así, manifestó que la propuesta de reforma presentada en marzo por la Comisión Europea es una respuesta “muy solvente que va en la buena dirección”.
No obstante, pidió incluir el mecanismo de capacidad, un elemento “totalmente necesario” para incentivar las masivas inversiones en nueva capacidad y crecimiento para el desarrollo de elementos esenciales como el almacenamiento o la flexibilidad.
“No cabe duda de que una mejora a dicha propuesta sería que incluyera mecanismos de capacidad como medida estructural del nuevo diseño de mercado, simplificando su autorización y permitiendo su uso de forma correcta permanente y no temporal como establece la legislación actual”, dijo.
REVERTIR YA LAS MEDIDAS ADOPTADAS POR LA CRISIS.
Además, advirtió de que la emergencia por la crisis llevó a adoptar en Europa medidas “heterogéneas y exentas en muchos casos de coordinación entre países”, lo que puede tener el efecto “pernicioso de poner en riesgo la integración del mercado único europeo”.
“Puede entenderse que se trata de medidas de protección extraordinarias y temporales, tomadas en un contexto de excepcionalidad derivada de la crisis y destinada a proteger a los consumidores. Pero no puede negarse que han creado incertidumbre regulatoria y barreras a las inversiones. Las expectativas de ingresos no se han materializado, señal de que las medidas están basadas en muchos casos en un entendimiento incorrecto de cómo funciona realmente el mercado”, dijo.
Por ello, una vez que los mercados están volviendo a una situación de relativa normalidad, estimó que la prolongación de estas medidas dificultaría los objetivos que la actual reforma persigue, por lo que pidió volver al ‘statu quo’ anterior -eliminando así el tope a las inframarginales, entre otras medidas-, tal y como indicó que se ha posicionado la Comisión Europea en un informe aprobado ayer.
EL MODELO MARGINAL, “EL MÁS EFICIENTE”.
Por su parte, el vicepresidente de Enerclub, Iñigo Diaz de Espada, destacó que, a pesar de la defensa por parte de algunos países como España de un cambio en el sistema vigente, “existe un consenso general de que el modelo marginal es el más eficiente para los mercados eléctricos de Europa”.
“La propuesta de la Comisión Europa para reformar el mercado eléctrico considera que el modelo utilizado en Europa ha estado funcionando adecuadamente y que proporciona eficiencia, transparencia e incentivos para mantener los costes lo más bajo posible”, dijo,
Así, Díaz de Espada recalcó que los asociados de Enerclub consideran que el mercado es “el mejor sistema para una asignación eficiente de recursos”.