El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado este viernes que en la negociación con los sindicatos, tras el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado para el despido de 7.791 empleados, buscarán “activamente llegar a un acuerdo razonable” que asegure la competitividad futura de la entidad.
Lo ha dicho este viernes durante la junta general ordinaria de accionistas de CaixaBank, la primera como grupo consolidado tras la fusión con Bankia, y en la que se vota el dividendo con cargo a 2020 y la nueva política de retribuciones del banco.
“Un acuerdo que facilite también la recolocación de las personas que salgan de la entidad dándoles la formación adecuada para que puedan encontrar nuevas ocupaciones”, ha sostenido Gortázar, después de que la negociación entre dirección y trabajadores ya se haya iniciado.
Ha señalado que conseguir que la integración operativa se realice de manera eficaz es una prioridad para todos, y que les permitirá homogeneizar procesos y productos y acelerar la tracción de su modelo comercial.
“El potencial es elevado y nuestra intención es usar toda la experiencia previa en integraciones para que esta sea también un éxito, si el tamaño y la escala nos dan mejor posición para la sostenibilidad del negocio, la solidez financiera con la que iniciamos esta etapa nos permitirá seguir ayudando y financiado a la sociedad”, ha añadido.
El consejero delegado, que presentó los resultados del primer trimestre la semana pasada, ha señalado que éstos demuestran la fortaleza de su balance, ya que la entidad bancaria ganó 514 millones sin contar los impactos extraordinarios de la fusión.