En Europa se ha apostado por la liberalización del sector frente a España, que mantiene el régimen concesional
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El precio medio por kilómetro que pagan los españoles por viajar en autobús por el país es un 88% superior al que desembolsan los franceses o italianos y significativamente mayor que el que pagan el resto de europeos, como los portugueses y alemanes, o los británicos.
Así se desprende de un análisis realizado por Funcas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la ‘Liberalización del transporte interurbano por carretera. Enseñanzas de la experiencia europea para el caso español’.
El informe contrasta los dos principales sistemas de contratos que existen en cada país, el de concesiones, en el que una única empresa explota una ruta determinada como en España, o el liberalizado, en el que varias empresas compiten en una misma ruta en régimen competitivo, ya generalizado en toda Europa.
El principal reto en ambos casos es mantener la cohesión del territorio, de forma que las líneas no rentables que unen pequeñas poblaciones no queden abandonadas por el interés de las empresas de centrarse solo en las rentables.
En este sentido, la última renovación del sistema que está llevando ahora a cabo el Gobierno de España apuesta por mantener el sistema concesional, al contrario que en el resto de Europa, para garantizar precisamente esa cohesión territorial, ya que de lo contrario las líneas deficitarias las asumiría el Estado con pérdidas y las rentables se las repartirían las empresas privadas.
No obstante, el sistema concesional funciona gracias a que los ingresos de los trayectos rentables permiten a los operadores afrontar el coste de operación de los trayectos no rentables, una subvención cruzada que supone que los usuarios de los trayectos rentables pagan un sobreprecio, en una cuantía “no transparente” –según el informe–, lo que puede desincentivar el transporte en autobús.
“El hecho de que sean los usuarios de autobús, que suelen contar con una renta inferior a la media y carecer de alternativas de transporte, quienes soportan el coste del servicio en las líneas no rentables puede tener implicaciones de equidad, frente a un sistema en el que las líneas no rentables se subvencionan a través de los presupuestos de las administraciones públicas”, analizan Funcas y la CNMC.
En cualquier caso, si las deficitarias las asume el Estado, con un sistema de libre competencia, en las rutas rentables las empresas tratarían de atraer a los viajeros ofreciendo distintas rutas, mejores horarios, servicios más innovadores o menores precios.
Esto es lo que hace que en España el precio medio por kilómetro sea de 0,068 euros, un 88% más que los 0,036 de Francia o Italia, un 41% más frente a los 0,048 de Portugal, un 36% superior a los 0,05 de Alemania, o un 28% más sobre los 0,053 euros de Reino Unido.
No obstante, el mismo análisis también determina que, a excepción de este último país, España casi duplica el número de frecuencias diarias que Alemania o Portugal, con 5,6 al día frente a las 3,1 o 3,3 de estos dos últimos países, respectivamente, siendo superior también a las 4,2 de Francia o las 4,9 de Italia.
Mientras que la CNMC ya ha recomendado al Gobierno liberalizar las rutas de más de 100 kilómetros, el Ejecutivo está analizando un sistema en el que siga el modelo concesional de forma generalizada (con algunas grandes rutas liberalizadas), pero haciéndolo más eficiente, con líneas de largo recorrido con menos paradas y más rápidas, cuyos pasajeros intermedios se suban en paradas de grandes ciudades siendo transportados desde sus poblaciones de origen por rutas intermedidas asumidas por las comunidades autónomas.