La colaboración entre sus socios permite aprovechar los residuos con la economía circular y reducir la huella de carbono
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Grupo Avintia defiende que su sistema de construcción industrializada, ÁVIT-A, reduce en un 60% los residuos que se generan normalmente en los procesos de construcción tradicional, al mismo tiempo que disminuye sus ineficiencias mediante el recorte de costes, plazos, siniestralidad laboral, generación de residuos e impacto en el medioambiente.
“La construcción industrializada es el futuro hacia el que evoluciona el sector. Y no solo a la hora de construir en el sentido más estricto de la palabra por ser una nueva forma de fabricar, sino por las innumerables ventajas que ofrece a lo largo de todo el proceso. Es decir, la industrialización es patente desde que se conceptualiza y diseña un proyecto hasta el final de la vida útil del edificio”, afirma el director general de Avintia Industrial, José Ignacio Esteban.
El objetivo de ÁVIT-A es lograr que cerca del 100% de los elementos del proyecto constructivo sean industrializados; es decir, lleguen a la obra listos para ser ensamblados o vengan integrados en la estructura de fábrica, integrando en su ecosistema de ‘partners’ a los principales actores del sector.
De esta forma, junto con esos socios, el proceso abarca todos los elementos que forman el inmueble, desde la estructura hasta los dispositivos electrónicos inteligentes para el Internet de las Cosas (IoT), pasando por acometidas, aislamientos, acabados, solados, cerramientos, sanitarios, sistemas de aireación, climatización, protección contra incendios o control de accesos, entre otros.
Entre las firmas con las que la compañía ha establecido alianzas están Saint Gobain, Schneider Electric, Kömmerling, Wallex, Daikin, Orona, LG, Baxi, Jacob Delafon, Aclimar/A360, Soler & Palau, Sika, Aldes, Gerflor, RIB e ILOQ.
Esta fórmula de trabajo colaborativo es la que permite reducir costes, plazos, siniestralidad laboral, generación de residuos e impacto en el medioambiente, entre otros beneficios, que supone eliminar las ineficiencias del sistema tradicional al estar digitalizado todo el proceso y concentrarse en fábrica un alto porcentaje del proceso constructivo.
“La planificación y la estandarización de los procesos bajo la metodología industrial, no solo reduce en un 30% los plazos de entrega, sino que trae consigo una eficiencia enorme, difícilmente cuantificable, por todo lo que implica”, señala José Ignacio Esteban.
“Por poner un ejemplo: en la colocación de ventanas o ascensores, en ocasiones nos encontramos con que el hueco final en la obra tradicional no coincide con las medidas estipuladas en el proyecto, por lo que hay que rehacer estos elementos o improvisar soluciones que restan calidad y prestaciones preestablecidas para el producto final. Esto implica, además, grandes ineficiencias en el empleo de recursos y tiempo”, añade.
ECONOMÍA CIRCULAR
La planificación implícita de la construcción industrializada permite también modificar los modelos de compra, produciendo los materiales de acuerdo con el proyecto y en el momento oportuno, lo que repercute directamente en la menor generación de residuos.
En la obra tradicional, más del 50% de los residuos son cerámicos (provenientes de ladrillos y azulejos), mientras que en la construcción industrializada, al no generar gran parte de estos desperdicios y gestionar su reutilización, se reducen en un 60% el total de residuos.
“Al hablar de esta reducción de los residuos debemos tener en cuenta los recursos (hídricos, energía, materia prima) empleados en la producción de ese material que acaba en la cubeta de obra y que, con la construcción industrializada, no estaremos empleando”, puntualiza Esteban.
Asimismo, con ÁVIT-A, ese material sobrante puede reincorporarse en la cadena de producción gracias a la colaboración entre los socios, dando lugar a la economía circular y disminuyendo aún más la huella de carbono de la construcción industrializada.