MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
S&P ha mantenido la calificación de deuda soberana de Bolivia en ‘B’, aunque ha estipulado una “revisión especial con implicaciones negativas” para las reservas internacionales del país.
Sobre estas, la agencia calificadora ha constatado que Bolivia está sufriendo una “pérdida continua” y que están cayendo debido a un saldo de cuenta corriente más débil y a las continuas salidas de dólares estadounidenses.
Así, el país andino se enfrenta a un empeoramiento de su perfil externo si no se restablece la confianza “de manera oportuna”, debilitando aún más su liquidez.
Esta perspectiva negativa podría ser resuelta en los próximos tres meses, atendiendo a posibles mejoras en el perfil externo del país. Desde S&P vislumbran factores positivos para abordar esta situación con el mantenimiento del tipo de cambio con el dólar estadounidense desde el año 2011, que ha desempeñado “un papel clave” para preservar la estabilidad económica.
Otros dos asuntos que son preocupantes para la calificadora son el nivel de déficit, que se mantendrá sobre el 1,6% del PIB en el año 2023 con arreglo al aumento de las importaciones de combustible, y la reciente inestabilidad política.
CONSECUENCIAS EN LA ECONOMÍA
También en esta semana, la agencia Fitch Ratings ha revisado la nota de solvencia de Bolivia. Sin embargo, en su caso se ha procedido a una rebaja de ‘B’ a ‘B-‘ por la situación “vulnerable” que enfrenta el país debido al agotamiento de las reservas.
El ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, se ha mostrado escéptico ante los recientes cambios en las calificaciones, aludiendo a posibles intereses geopolíticos por desestabilizar la economía local.
“No es casualidad que se aborden estos temas en marzo cuando normalmente nos reunimos en septiembre. Entiendo que hay intereses por intervenir en Bolivia por nuestros grandes recursos de litio, una materia prima muy valiosa y que ha incrementado su precio en los últimos meses”, ha reflexionado.