El ministro cifra entre 10 y 37 céntimos el aumento de los costes por hora y trabajador para las empresas
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La nueva reforma de las pensiones supondrá un incremento de casi 20.000 euros en la futura jubilación de los trabajadores de 25 años y de casi 5.000 euros en empleados que se jubilen en 2027, según las proyecciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Según se desprende de la reforma presentada este miércoles en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso por el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, la reforma ya acordada con Bruselas y en el seno del Gobierno de coalición implicará un “sustancial” aumento de la pensión, en buena medida por la progresiva subida del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Este último mecanismo propiciará un incremento a razón de una décima hasta el 2029, pasando del 0,6% a un 1,2%. El ministro ha puesto el acento en estas cifras, que, según ha explicado, contrastan de manera notable con el cálculo estimado con el antiguo factor de sostenibilidad.
Con este último elemento, ha dicho Escrivá, la pensión de entrada de los trabajadores se hubiera reducido un 2% en el caso de un jubilado en 2027 y en 10 puntos si el trabajador tuviera actualmente 25 años.
LAS COTIZACIONES SUBEN HASTA 6,37 EUROS LA HORA
El titular de Inclusión y Seguridad Social ha reconocido que la reforma supondrá un incremento de los costes laborales por hora trabajada, que en la actualidad se sitúa en 23,4 euros, de los cuales 6 se destinan a cotizaciones sociales.
En concreto, Escrivá ha apuntado que el MEI implicará un primer incremento del coste laboral de 10 céntimos, hasta los 37 céntimos, de modo que el coste se situará en unos 23,8 euros. Esta subida, ha explicado el ministro, iría directa a las cotizaciones, de modo que la empresa pagaría 6,37 euros por hora trabajada de media. “No es un aumento de costes laborales dramáticos”, ha enfatizado el ministro.
Al hilo de esto, José Luis Escrivá ha subrayado que España tiene un nivel de cotizaciones “relativamente moderado”, por lo que ha descartado que el país pierda competitividad con la reforma, ya que se trata de un plan “distribuido en el tiempo, muy prudente, muy gradual y que no va a poner en riesgo en ningún momento el tejido productivo de ninguna empresa de España.