MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha asegurado este lunes que el nuevo sistema de cotización de autónomos por ingresos reales permitirá a los trabajadores por cuenta propia “adaptarse a las circunstancias que viven en cada momento”, ante las previsiones de un “crecimiento bajo” de la economía española en 2023.
Amor ha valorado en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, la reciente entrada en vigor del nuevo sistema, que tendrá un periodo de transición de nueve años, hasta 2032, y cuenta con 15 tramos de cuotas que irán desde los 230 euros hasta los 500 euros y variarán hasta 2025, en función de los rendimientos netos de los trabajadores por cuenta propia.
Ante la incertidumbre que supone el cambio, Amor ha pedido “tranquilidad” a los autónomos, y les ha recordado que “no va a suponer un aumento de las cotizaciones para la mayoría de los autónomos”, sino al contrario, permitirá que “la mitad pague menos”. Por su parte, entre un 20% y un 25% pagará igual, y en torno a un 25% pagará más.
“Es un sistema en el que, indudablemente, los autónomos que tengan menos ingresos van a cotizar menos, y los que tengan más ingresos van a cotizar un poco más”, ha expuesto el presidente de ATA.
Con el nuevo sistema de cotización, los autónomos podrán cambiar hasta seis veces al año su tramo de cotización para adaptar su cotización a las previsiones de ingresos en cada época del año y de su actividad profesional.
“PESIMISTA” CON LA REFORMA DE PENSIONES
El Gobierno, la patronal y los sindicatos siguen negociando la segunda pata de la reforma de pensiones, que, hasta la fecha, carece de la aprobación de los agentes sociales.
El Ejecutivo no cumplió su objetivo de presentar esta reforma a Bruselas antes de fin de año, algo a lo que restan importancia desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, donde siguen abogando por el consenso entre las partes.
En representación de las organizaciones empresariales, Amor ha recalcado que ve “difícil” llegar a un acuerdo, ya que ni empresarios ni sindicatos están de acuerdo con las propuestas de la cartera que dirige José Luis Escrivá.
Además, ha recordado que tampoco cuenta con el consenso político y que la propuesta de ampliación del periodo de cálculo de la pensión de 25 a 30 años, descartando los dos peores años cotizados, no está recogida dentro de las recomendaciones del Pacto de Toledo.
“Soy muy pesimista con la propuesta que hay encima de la mesa”, ha admitido Amor, que, como vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ha apuntado que no van a apoyar desde ATA “ningún tipo de medida que venga a incrementar los costes por parte de las empresas”.
El presidente de la organización también ha criticado la subida de cotizaciones, que pone en una “difícil situación a muchas empresas y autónomos”, y ha cuestionado el funcionamiento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que debía ser una “salvaguarda de las pensiones” y se ha convertido “en una derrama”, con una subida del 0,6% en las cotizaciones.
A FAVOR DE LA SUBIDA DEL SMI
La otra negociación pendiente con el Gobierno, que también va con retraso, es la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2023.
El compromiso del Ejecutivo es fijarlo en el 60% del salario medio español a lo largo de este año y ha propuesto a los agentes sociales una horquilla de subida de entre el 4,6% y el 8,2%, así como su revisión a los seis meses para evaluar su suficiencia en un contexto de elevada inflación.
Los sindicatos defienden alzas de entre el 8,2% y el 10%, y sitúan el SMI de 2023 en el entorno de los 1.100 euros. Por su parte, los empresarios plantean un incremento del 4%, hasta los 1.040 euros mensuales.
“Nosotros, frente a aquellos que decían que los empresarios no querían subir el SMI, lo que hemos puesto en la mesa es una propuesta que consideramos coherente con la economía y la inflación y, también, con la situación de empresas y autónomos”, ha comentado Amor en la entrevista, donde ha advertido de que el SMI se concentra en autónomos y pymes, “donde la situación está peor”.
También ha defendido que la propuesta empresarial está en línea con las estimaciones de inflación y un punto por encima de la subida de los salarios en 2022 y del alza de los sueldos de los empleados públicos.
En todo caso, haya o no acuerdo con los sindicatos o con ambas partes, la subida del SMI de 2023 tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero. De momento, y hasta alcanzar dicho acuerdo, el Gobierno ha prorrogado para 2023 el SMI de 2022, situado en 1.000 euros mensuales.
“BIENVENIDA SEA” LA BAJADA DEL IVA, PERO “ABSOLUTAMENTE INSUFICIENTE”
Este 1 de enero también entró en vigor la supresión, durante seis meses, del IVA del 4% que se aplica a todos los alimentos de primera necesidad, entre ellos el pan o la leche, y la rebaja del 10% al 5% el del aceite y la pasta.
“Bienvenida sea la medida”, ha dicho Amor, al tiempo que ha recordado que los empresarios llevaban meses reclamando esta acción al Gobierno. No obstante, el presidente de ATA ha indicado que es “absolutamente insuficiente”, ya que deja “a mitad de camino” la carne y el pescado.