El dato del IPC de diciembre es el que se toma como referencia en muchos convenios para actualizar los salarios
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Diversos organismos económicos estiman que la inflación se situará en diciembre en torno al 6% en tasa interanual, lo que supone casi cinco puntos por debajo respecto al máximo del 10,8% alcanzado en julio, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
De cumplirse las estimaciones de los economistas consultados por Europa Press, la inflación sumaría cinco meses consecutivos de descensos en su tasa interanual después de que en agosto bajara tres décimas, hasta el 10,5%; en septiembre disminuyera 1,6 puntos, hasta el 8,9%, en octubre se redujera 1,6 puntos, hasta el 7,3% y en noviembre recortara medio punto su tasa interanual, hasta el 6,8%.
El próximo 30 de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el dato avanzado del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al mes de diciembre, tasa que se utiliza en muchos convenios colectivos como referencia para las revisiones salariales.
Aquellos convenios que contengan una cláusula de salvaguarda para compensar la subida inicial del año con el IPC interanual de diciembre tendrán que tomar como referencia el porcentaje que el INE acabe confirmando a mediados de enero –cuando publique el dato definitivo–.
Todo ello, en un contexto en el que desde el Gobierno y otros organismos nacionales e internacionales se está instando a los agentes sociales a que lleguen a un acuerdo sobre el pacto de rentas que dé una senda de evolución de los salarios y de los márgenes empresariales en los próximos años.
FUNCAS Y BBVA RESEARCH COINCIDEN Y LO SITÚAN EN EL 6,1%
El director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, vaticina que el IPC se situará en el 8,5% en media anual en 2022, y en el 6,1% en diciembre en términos interanuales. En el caso del IPC subyacente, que descuenta la energía y los alimentos frescos, los valores serían del 5,1% y 6,3%, respectivamente.
En declaraciones a Europa Press, Raymond Torres ha explicado que la escalada de precios energéticos, principal factor del actual proceso inflacionario, se está moderando como consecuencia de la estabilización de los mercados de petróleo y del gas, con el consiguiente impacto en el mercado de la electricidad.
Sin embargo, ha advertido de que el resto de precios todavía está incorporando el encarecimiento de la energía: de los más de 190 precios que componen el IPC, en torno a 100 se incrementan a un ritmo superior al 6%, entre los que destacan los alimentos.
Desde BBVA Research, Miguel Cardoso ha señalado en declaraciones a Europa Press que las previsiones de la entidad en tiempo real indican que, en términos interanuales, la inflación general podría bajar hasta el entorno del 6,1% en diciembre, pero la subyacente aumentaría hasta el 6,5%.
Según ha explicado el experto, esta divergencia entre la inflación total y la subyacente se debe a la estabilización o incluso caída que se observa en el precio de la electricidad y el combustible, respectivamente. Por otro lado, ha señalado que el resto de bienes y servicios van incorporando poco a poco el incremento en el coste de la energía, lo que hará que la mayor parte de la cesta de consumo continúe presentando incrementos de precios de alrededor del 5%.
La patronal CEOE estima, por su parte, que la inflación cierre diciembre en torno al 6%, con un promedio de en torno al 8,5%, y que seguirá moderándose en los próximos meses.
Desde Fedea, Javier Ferri ha destacado el “decalaje” entre España y Europa en cuanto a la evolución de la inflación a lo largo de este año. Si bien España fue uno de los países en registrar más rápidamente tasas elevadas del IPC, ahora es la región con el nivel más bajo de la zona euro. Por ello, estima que la media interanual del IPC este año estará, casi seguro, en una horquilla entre el 8,3% y el 8,5%, tal y como pronostica el Banco de España (8,4%).
PREDICCIONES DE EN TORNO AL 4% PARA EL PRÓXIMO AÑO
Para 2023, el director de Coyuntura de Funcas afirma a que los mercados a plazo de la energía apuntan a un mantenimiento de los precios del petróleo y del gas en torno a sus niveles actuales. De acuerdo con ese supuesto, la energía ya no ejercería como principal factor de inflación –si bien los precios seguirán siendo altos y sujetos a una gran volatilidad–.
“Lo que pase con el IPC dependerá por tanto de la persistencia del tirón de los alimentos, y sobre todo del comportamiento de la inflación subyacente, es decir, de los llamados efectos de segunda ronda”, ha indicado.
Con todo, su previsión para 2023 es que la inflación siga desescalando hasta cerca del 4,5% en media anual, tanto en IPC total como en subyacente. Las previsiones desde CEOE es que en 2023 la tasa media se modere en torno al 4%, mismo dato que pronostica BBVA Research.