MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El capital privado español cerró 2022 con cifras históricas al alcanzar los 8.735 millones de euros, el 15% más que el año anterior, en 935 inversiones, el 0,2% más que en 2021, pese a la incertidumbre del contexto económico, según las primeras estimaciones de Spaincap.
El presidente de la asociación, Oriol Pinya, ha explicado en un encuentro con los medios que la industria del capital privado “continúa optimista” a pesar de la ralentización de la economía, al superar el récord anterior de 2019, cuando el sector registró un volumen de 8.527 millones.
El ‘private equity’ acabó el año con 7.257 millones de euros en 190 inversiones, un volumen que solo se ha visto superado en 2019, cuando se alcanzaron los 7.805 millones. El ‘venture capital’, por su parte, también cerró su segundo mejor ejercicio al registrar 745 operaciones por un importe de 1.478,5 millones de euros.
A pesar de estas cifras, los nuevos recursos (‘fundraising’) retrocedieron en 2022 el 36% hasta situarse en los 2.011 millones, una caída que se debe al contexto económico actual y al sentimiento inversor, que se ha visto afectado por las caídas en la Bolsa.
Las desinversiones también registraron una caída de en torno a un tercio y se situaron en los 1.712 millones de euros. Pinya ha especificado que este dato es “a coste implícito de la compañía que se ha vendido”, dado que las gestoras no dan el dato de rentabilidad de cada operación.
El vicepresidente de Spaincap, José Luis del Río, ha señalado que ha sido un año complicado, pero no de la misma forma para todas las clases de activos, con lo que hay grandes fondos que han captado “más que nunca”, mientras que “al común de los mortales le ha costado más”.
El tipo de desinversión más utilizado fue la venta a otra entidad de capital privado, utilizada en el 53,3% de estas operaciones, seguida de la venta a un inversión industrial, que concentró el 39,5%.
El vicepresidente de Spaincap, Mariano Moreno, ha señalado en el encuentro que 2022 ha sido un año complicado en muchos sentidos, pero considera que el sector “ha conseguido mantener el tipo”, teniendo en cuenta que los mercados han estado “prácticamente cerrados en la segunda mitad del año”.
Pinya considera que algo que podría animar el sentimiento inversor es un acuerdo en la guerra, lo que daría seguridad a los inversores y provocaría un rally en Bolsa y una mejora de las perspectivas de crecimiento económico. “Es un elemento muy importante que no controlamos”, ha defendido.
Asimismo, Del Río ha añadido que el año pasado fue especialmente difícil en el segmento del venture capital, debido a la corrección de las tecnológicas en los mercados de renta variable y a que la incertidumbre actual “es especialmente mala” para las empresas que están en su etapa inicial.
Por el tipo de inversor, los fondos internacionales vuelven a liderar ambos segmentos dado su nivel de liquidez e “interés por el mercado español”. Estos contribuyeron con el 80,7% del volumen total invertido, mientras que las inversiones de las gestoras nacionales incrementaron su aportación un 15%, hasta los 1.554,4 millones de euros, en 570 inversiones.
Las grandes operaciones, por encima de los 100 millones de euros, concentraron más de la mitad del volumen invertido, en tanto que el ‘middle market’, con operaciones entre 10 y 100 millones, continuó “muy activo”: registró el récord de 108 operaciones por 2.880 millones, el 18% más.
El sector TIC y de internet fue el que recibió un mayor volumen de inversión más elevado al concentrar el 24,5% del total, seguido de los productos y servicios industriales y la hostelería y ocio, con el 14% y el 13%, respectivamente.