MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Banco de España destaca la evolución de los activos relacionados con la energía y de los bonos ligados a la inflación en el actual escenario económico, marcado por la incertidumbre macroeconómica y al aumento de tipos por parte de los bancos centrales para poner freno a las subidas de precios.
El organismo señala en un informe publicado este miércoles que es especialmente la inflación no esperada la que puede generar pérdidas en el valor real de las carteras, frente a las que muchos inversores “desearían cubrirse”.
“Las materias primas energéticas y las cotizaciones bursátiles del sector de la energía han generado unas rentabilidades muy elevadas, algo que era esperado, ya que el presente periodo inflacionario está caracterizado por una fuerte alza en los precios energéticos”, destaca la institución, que especifica que este incremento es más acusado en los mercados europeos.
En términos históricos, tanto las materias primas como los bonos indiciados a la inflación han generado rentabilidades reales positivas durante los períodos inflacionarios, mientras que los bonos soberanos convencionales y los índices bursátiles generales han mostrado rentabilidades reales negativas.
En el caso de los bonos convencionales, tanto los cupones como el principal son fijos en términos nominales, lo que hace que, ante incrementos de la inflación, estos flujos se reduzcan en términos reales, provocando por esta vía un descenso de la rentabilidad real del bono para sus tenedores.
Asimismo, un aumento no esperado de la inflación también tendría un efecto adverso sobre la rentabilidad real para los tenedores de bonos corporativos, que podría verse amplificado si esta perturbación se traduce en un incremento de la prima de riesgo corporativa como consecuencia del posible deterioro en la capacidad de repago de las deudas de los emisores.
Los bonos soberanos son una de las clases de activos que peores rentabilidades reales ha proporcionado durante el periodo reciente, al igual que las acciones, especialmente en la Eurozona.
El impacto en la renta variable vendría de la mano de los beneficios empresariales, que podrían verse afectados si se da una “sorpresa inflacionaria”.
Otros activos cuya rentabilidad ha mostrado un comportamiento peor de lo esperado han sido los metales preciosos y las materias primas industriales como el cobre, que han registrado rentabilidades reales negativas debido al incremento de los tipos de interés en el primer caso y a las dudas sobre el crecimiento económico en el segundo.
El precio de los inmuebles residenciales, por su parte, depende más de la marcha de la economía, en tanto que las materias primas están directamente relacionadas con la inflación: su precio es una de las principales fuentes generadoras de este fenómeno.