Los líderes del MED9 apuestan por un enfoque europeo frente al desafío de la ley de subsidios estadounidense
ALICANTE, 9 (EUROPA PRESS)
España y el resto de países del sur aglutinados en torno al MED9 han defendido este viernes la necesidad de que las nuevas reglas fiscales de la UE sean más flexibles que las existentes en la actualidad y que extraigan las lecciones aprendidas tanto de la crisis financiera de 2008 como de la reciente pandemia para no repetir errores.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al igual que otros de los mandatarios presentes, ha reconocido que la propuesta presentada el 9 de noviembre por la Comisión Europea “es un buen punto de partida” y una base para la discusión. Las reglas actuales, ha dicho Sánchez, “son demasiado complejas y difíciles de cumplir”.
Los nueve países –España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Malta, Chipre, Croacia y Eslovenia– han defendido en su declaración conjunta que las reglas fiscales deben buscar “preservar unas finanzas públicas sanas, fortalecer el crecimiento sostenible y promover una mayor inversión pública y privada” al tiempo que se garantizan “estrategias adecuadas, realistas, graduales y sostenibles de reducción de deuda” a los estados miembros.
En este sentido, han apostado porque las nuevas reglas “sean más simples, más favorables a la inversión y basadas en la apropiación nacional”, teniendo en cuenta la situación económica diversa de los distintos estados miembro.
“Si hay algo que esta situación tan difícil nos ha enseñado es que no podemos ser rígidos, no podemos seguir manteniendo las mismas normas, hay que ser flexibles”, ha reivindicado el primer ministro esloveno, Robert Golob, cuyas palabras han tenido eco en boca del viceprimer ministro italiano, Antonio Tajani. “Tenemos que respetar las normas de las cuentas públicas para que no aumente la deuda, pero también hay que hacer gala de flexibilidad”, ha sostenido.
LECCIONES APRENDIDAS
Por otra parte, los líderes del MED9 han dejado claro que el nuevo marco de gobernanza “debe tener en cuenta las lecciones aprendidas de la respuesta conjunta a la crisis de la COVID-19”, cuestión que han mencionado expresamente entre otros el primer ministro griego, Kiriakos Mitsotakis, quien también se ha referido a la crisis financiera que tan duramente golpeó a su país.
En este sentido, han destacado en particular la creación de SURE y del instrumento Next Generation EU. Además, han defendido que la UE podría beneficiarse de la “creación de un instrumento de estabilización macroeconómica permanente que responda de manera adecuada a las crisis”, el cual podría inspirarse de la “experiencia positiva de SURE”.
“Nuestra prosperidad, estabilidad y resiliencia también depende de nuestra capacidad para promover la competencia, la productividad y anticipar los desafíos futuros”, han recalcado los líderes de los países del sur, que han considerado “urgente desbloquear el potencial productivo y de inversión de la UE”.
Para ello, se han mostrado partidarios de “un instrumento común, centrado en la inversión y la convergencia”, que parta de la experiencia de la Facilidad de Recuperación y Resiliencia y que, a su juicio, podría ayudar a “abordar nuestros objetivos comunes de alcanzar la transición verde y digital”.
Dicho todo ello, se han comprometido a trabajar para “encontrar un consenso sobre la sustancia de la revisión de la gobernanza” con la esperanza, como ha indicado Sánchez, de que se pueda cerrar un acuerdo en el Consejo europeo del próximo mes de marzo.
POLÍTICA INDUSTRIAL Y DESAFÍO DE EEUU
En otro orden de cosas, se han mostrado de acuerdo en “promover una política industrial ambiciosa y orientada al futuro, que busque reforzar la autonomía estratégica europea y su competitividad al tiempo que se preserva una economía abierta”.
Esto es “crucial”, ha reconocido, para reducir la dependencia de la UE “en áreas estratégicas, para abordar las vulnerabilidades de las cadenas de suministro críticas (…) y para garantizar unas reglas de juego justas en los mercados mundiales, incluido mediante una política comercial ambiciosa y robusta y mejorando nuestro marco de ayudas estatales”.
En este punto, los líderes se han referido a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por su siglas en inglés) aprobada por el presidente estadounidense, Joe Biden, y que prevé subsidios para las empresas estadounidenses que se teme que podrían perjudicar a la industria europea.
“Trabajaremos hacia un enfoque europeo frente a desafíos” como la ley estadounidense y “exploraremos las posibilidades de responder y prevenir los efectos negativos de las medidas proteccionistas de terceros países y garantizar que las reglas de la OMC son respetadas por todos”, han sostenido.
También se ha referido a ello el presidente francés, Emmanuel Macron, quien ya la semana pasada durante su visita a Estados Unidos criticó duramente la ley. En este sentido, ha confiado en que haya “una respuesta firme” de la UE en el primer trimestre de 2023 y ha apostado por invertir más en tecnologías como el hidrógeno o las baterías y en ser “más competitivos” frente a los estadounidenses.
LA PRÓXIMA CITA, EN MALTA
La de Alicante ha sido la novena cumbre de líderes de este foro, que nació en 2016 y que en 2021 incorporó a Croacia y Eslovenia a sus siete miembros originales, y en ella se ha acordado que la próxima cita tendrá lugar en 2023 en Malta.
Todos los líderes se han felicitado por el formato y han expresado su voluntad de mantenerlo en el futuro, sobre la base de que, como ha dicho Sánchez, quieren que la voz de los países del sur sea “cada vez más escuchada y apreciada en el conjunto de la UE”.