El gobernador del Banco de España ve “señales esperanzadoras”, pero también “motivos de preocupación” en el contexto actual
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ve un momento “particularmente oportuno” para dar un nuevo impulso al multilateralismo, con un papel “crucial” de las instituciones internacionales, con el objetivo no solo de asentar la recuperación económica global, sino también de contrarrestar los retrocesos en materia de desigualdad y pobreza que se han producido como consecuencia de esta pandemia.
Así lo ha expresado el máximo representante del Banco de España durante su intervención en la I Conferencia Iberoamericana de Bancos Centrales, organizada por el Banco de España y la Secretaría General Iberoamericana.
Para Hernández de Cos, en el escenario actual “cobra más importancia que nunca la cooperación internacional”. En su opinión, la cooperación internacional será esencial para mantener durante el tiempo necesario las medidas de estímulo, adaptándolas a la evolución de las circunstancias en los diferentes países, hasta que la recuperación esté encauzada, y entonces proceder con cautela a la retirada de dichos estímulos.
En términos sanitarios, dicha cooperación “resulta crucial tanto para acelerar la producción de las vacunas como para facilitar su distribución asequible y equitativa para todos”.
En esta línea, de Cos ha señalado que son “loables” los acuerdos alcanzados con medidas de alivio de deuda en el marco del G-20 para dar respuesta al impacto de la crisis en las economías de renta baja, pero ha advertido de que es necesario lograr ahora un consenso para abordar la situación a la que se enfrentan también los países de renta media, muchos de ellos iberoamericanos, que están haciendo frente a esta crisis con un limitado margen de maniobra en sus políticas nacionales.
“Con estos mismos objetivos, las instituciones internacionales deben complementarse y mejorar la coordinación con instituciones y mecanismos de ámbito regional, que pueden ser más eficaces para aportar soluciones para países que comparten un marco institucional común o unas estructuras económicas similares”, ha apostillado.
SEÑALES ESPERANZADORAS Y MOTIVOS DE PREOCUPACIÓN.
En otro orden de cosas, De Cos ve “señales esperanzadoras y motivos de preocupación” en el contexto actual. En el lado positivo, las campañas de vacunación y la aprobación de nuevos tratamientos generan un escenario de resolución de la contingencia sanitaria, lo que, en consecuencia, antecede a la incipiente recuperación económica.
En el plano económico de la crisis, el gobernador entiende que las diferencias en los ritmos de recuperación pueden resultar “particularmente nocivas” para las economías que se encuentran en una situación mas vulnerable.
Así, un tensionamiento prematuro de las condiciones financieras internacionales podría suponer un obstáculo para los esfuerzos de recuperación de las economías que cuentan con un limitado espacio para sus políticas nacionales, lo que podría retrasar la recuperación y acabar afectando de manera negativa también a la economía global.
No obstante, estas perspectivas coexisten con una incertidumbre elevada en el frente epidemielógico, debido a la aparición de nuevas variantes del virus y las dudas sobre la eficacia de algunas vacunas frente al brote vírico, así como al heterogéneo ritmo de avance en la vacunación entre países, lo que, para el gobernador, “plantea algún interrogante sobre el momento en el que se conseguirá poner fin a la crisis sanitaria”.
Asimismo, el máximo responsable del Banco de España considera que otros factores “idiosincrásicos” de los países están generando divergencias apreciables y crecientes en los ritmos de recuperación económica a escala global. El gobernador cree que también existen “muchas dudas” sobre el daño estructural ocasionado por la crisis sobre el tejido productivo, sobre todo en sectores y países más afectados por la pandemia.
REACCIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA ANTE LA PANDEMIA DE COVID-19.
El gobernador del Banco de España también ha destacado la rapidez y contundencia del Banco Central Europeo (BCE) ante la llegada de la crisis de Covid-19.
Entre otras medidas, Pablo Hernández de Cos ha resaltado la puesta en marcha del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), que permite al organismo europeo comprar bonos públicos y privados, así como otros instrumentos de deuda.
El programa, dotado inicialmente con 750.000 millones de euros y con una duración que alcanzaba hasta el final de 2020, “dio paso a un proceso de relajación gradual de las condiciones de financiación que continúa hasta la actualidad”, según de Cos, quien ha destacado también las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO, por sus siglas en inglés).
Según algunas estimaciones del Banco de España, el PEPP habría tenido un impacto positivo “de primer orden” sobre la inflación y sobre la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre 2020 y 2022.
Por otra parte, el gobernador ha remarcado el carácter integral de la reacción de la política monetaria en la crisis, una respuesta que se ha dividido en dos dimensiones: la compra de activos financieros y la provisión de liquidez a los bancos comerciales, lo que cubría las principales vías de financiación de la economía del área del euro.
SUBRAYA LA TRASCENDENCIA DE LA FLEXIBILIDAD DEL BCE.
De Cos ha subrayado la trascendencia con la que el BCE ha actuado en relación con la recalibración y el uso de los instrumentos, destacando la ampliación del PEPP de 600.000 millones de euros en junio y de 500.000 millones de euros en diciembre, hasta un total de 1,85 billones de euros, además de la ampliación del horizonte de compras netas al menos hasta finales de marzo de 2022 y el horizonte de reinversión de vencimientos al menos hasta el final de 2023.
Hernández de Cos ha resaltado que gracias a la flexibilidad del banco central, junto con el gran volumen de compras de activos previsto inicialmente, sirvió para reducir de manera “sustancial” los tipos de interés soberanos en el área del euro, en particular en países como Italia y España, países que contaban de partida con niveles de deuda pública relativamente elevados, y también fueron los más afectados por la primera ola del virus.
“El resultado fue un aumento de los costes de financiación mucho más pronunciado en estos países, que la flexibilidad del PEPP nos ha permitido contrarrestar asegurando una transmisión homogénea de nuestra política monetaria a todos los países del área del euro”, ha agregado el gobernador.
El máximo responsable de la institución también ha reseñado la complementariedad de la acción del BCE con la realizada por las autoridades fiscales y prudenciales, ya que la respuesta del organismo que dirige Cristine Lagarde ha otorgado margen de actuación a las autoridades fiscales para extender y mantener las medidas de apoyo a la economía.
En este sentido, Hernández de Cos considera que esta complementariedad ha resultado “determinante” para facilitar el flujo de financiación a la economía durante la crisis.
Por último, el gobernador ha puesto en valor la creación del fondo de recuperación ‘Next Generation EU’, el cual introduce “importantes elementos” para compartir el esfuerzo de la recuperación económica, algunos de ellos “sin precedentes”, como la emisión a gran escala de deuda pública europea para financiar reformas e inversiones en los Estados miembros más afectados por la contingencia sanitaria.