MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El sentimiento de la plantilla del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en las oficinas que gestionan prestaciones es de “desesperación y frustración” ante la falta de medios para desarrollar su trabajo, la sobrecarga de tareas que ha sufrido durante la pandemia, que se ha multiplicado por siete, y los insultos y amenazas, con agresiones físicas incluidas, que recibe de continuo por parte de los usuarios del servicio.
Así lo ha denunciado a Europa Press la coordinadora estatal de UGT en el SEPE, que ha defendido que el personal del organismo se volcó “desde el minuto cero” en sacar adelante todas las prestaciones y los cambios en las mismas que se regularon desde el Gobierno para afrontar la crisis.
“ERTE, subsidios de empleadas de hogar, artistas, toreros, subsidios especiales, fijos discontinuos y un largo etcétera, con instrucciones sobre la aplicación de las distintas normativas que se publicaban en el Boletín Oficial del Estado casi de manera semanal (…), siendo todo esto motivo de confusión entre la plantilla, además de confundir a los ciudadanos”, apunta.
Esta situación, denuncia UGT, ha generado un “desgaste emocional tremendo” entre los empleados del SEPE, que han desarrollado sus tareas “sin descanso y con amplias jornadas laborales que superaban la jornada ordinaria”.
El sindicato lamenta que este “titánico esfuerzo” realizado por el conjunto de la plantilla del SEPE no haya sido valorado por parte de la ciudadanía y a veces por los medios de comunicación, que ponían más el foco en los desajustes provocados por esta situación excepcional que en los esfuerzos realizados por una plantilla que, al estallar la pandemia, ya estaba “al límite”.
“Se llegaron a dar situaciones muy desagradables, donde ciudadanos acudían a las oficinas para amenazar, insultar, gritar y en más de los casos que aparecen en los medios, agredir físicamente a los trabajadores que se encontraban en las oficinas de prestaciones atendiendo presencialmente”, denuncia.
UGT asegura que el personal del SEPE entiende la desesperación de los ciudadanos afectados por la pérdida de su empleo, pero subraya que “en ningún caso” se puede responsabilizar de su situación a una plantilla “al borde del colapso”, mermada por los recortes de personal realizados en los últimos años.
A ello se suma, argumenta el sindicato, la alta temporalidad y la precariedad laboral en el organismo, el sistema informático “obsoleto” con el que el personal desarrolla su labor y una legislación “farragosa y cambiante”.
RETRIBUCIONES “INJUSTAS” Y 850 TRABAJADORES SIN SABER SI RENOVARÁN
UGT ha querido dejar claro además que no es tarea de las oficinas de prestaciones del SEPE proporcionar, promover y gestionar las ofertas de empleo, pues eso corresponde a las oficinas de empleo de las comunidades autónomas al estar transferidas las competencias de una gran parte de las políticas activas de empleo.
Además, el sindicato advierte del “injusto” sistema retributivo que existe en el SEPE, donde los auxiliares y ayudantes de prestaciones realizan funciones de superior categoría, siendo peor remunerados que sus homólogos autonómicos.
Se queja además de que el organismo no está tratando como se merece a su personal: “1.500 interinos se enteraron de que se les prorrogaba su contrato con apenas dos horas de anticipo y otros 850 están pendientes de saber qué va a pasar con ellos en apenas dos meses”. A esto se suma que, aunque fueron declarados al principio de la pandemia como personal esencial, el personal del SEPE no es grupo prioritario de vacunación.