MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El aumento esperado durante los próximos años en el número, la intensidad y la duración de fenómenos medioambientales adversos como sequías e incendios forestales probablemente tendrá efectos crediticios negativos a largo plazo en países como España, Francia, Italia o Portugal como consecuencia del impacto sobre la inflación, el gasto o el turismo, según señala la agencia Moody’s.
La calificadora de riesgos recuerda un estudio publicado recientemente por la Comisión Europea en el que Bruselas calcula que la intensificación de eventos extremos en un escenario estándar de un incremento de 1,5 °C presentará costes fiscales anuales adicionales del 4,5% del PIB para España; del 2,1% para Portugal; del 1,7% para Italia; y del 1,2% para Francia.
En este sentido, advierte de que las sequías y los incendios forestales “tendrían importantes consecuencias para el turismo”, que representa más del 20% del PIB en Grecia, el 18% en Portugal, el 15% en España, el 13% en Italia y el 9% en Francia.
Por lo tanto, considera probable que una mayor exposición a los riesgos climáticos físicos contribuya a la erosión de la fortaleza fiscal y económica de estos países.
En el caso de las sequías, Moody’s advierte de que en el corto plazo debilitarán la producción agrícola, a pesar de los esfuerzos para aumentar la oferta interna, lo que se traducirá en una mayor presión sobre los precios de los alimentos.
Asimismo, en medio de una crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania, las sequías también han reducido la producción hidroeléctrica en Portugal, España e Italia en más de un 20% en comparación con la media de julio entre 2015-2021 y ralentizan la operativa de las plantas nucleares, que requieren agua como refrigeración.
De este modo, la agencia apunta que los precios más altos de la energía y los alimentos “ejercerán más presión sobre la inflación y erosionarán el gasto discrecional, lo que a su vez ralentizará el crecimiento económico”.
Además, Moody’s advierte también de los mayores costes que asumirán las arcas públicas para luchar contra los incendios e impulsar la repoblación forestal, así como para sufragar medidas de apoyo a las regiones afectadas, que, si bien son manejables a corto plazo, “el aumento esperado en el número, la intensidad y la duración de las sequías y los incendios forestales en los próximos años probablemente tendrá efectos crediticios negativos a largo plazo”.
Asimismo, la agencia también considera probable que el aumento de las temperaturas desencadene riesgos de carácter social a través de sus efectos sobre la salud y recuerda que España y Portugal registraron más de 1.000 muertes relacionadas con el calor hasta el pasado 19 de julio, mientras que los incendios forestales en el sur de Europa son una de las principales causas de la contaminación del aire, con efectos graves para la salud.