MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El Consejo General de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), el supervisor macroprudencial del sistema financiero de la Unión Europea, continúa considerando el impacto de la pandemia sobre la economía principal fuente de riesgo sistémico en la UE por lo que defiende la necesidad de mantener las medidas de apoyo público, aunque ve margen para concretar el ámbito de aplicación de las mismas.
El Consejo General reiteró que la principal fuente de riesgo sistémico en la UE tenía su origen en el impacto de la pandemia sobre la actividad económica, a través de las crecientes presiones sobre la solvencia de las sociedades no financieras y sobre el endeudamiento de los hogares, así como por un posible contagio al sistema financiero ante las dificultades de las empresas para renovar los vencimientos de deuda ante la caída sustancial de los ingresos y el agotamiento de sus reservas de tesorería.
De este modo, en su reunión ordinaria del pasado 25 de marzo, señaló que era “fundamental” mantener las medidas extraordinarias de apoyopúblico hasta que la recuperación esté firmemente asentada, aunque veía margen para concretar su ámbito de aplicación.
“Para ayudar a reconstruir la economía y facilitar el ajuste al cambio estructural, es preciso que las actuales medidas de apoyo público tengan un alcance más concreto a medida que evolucione la crisis”, señaló el organismo al mismo tiempo que también consideró positivo complementar cada vez más el apoyo a la liquidez con apoyo al capital, señalando que el éxito en la contención de las presiones sobre la solvencia en el sector empresarial era crucial para minimizar los efectos de la crisis en el sector financiero.
Por otro lado, el Consejo de la JERS también señaló una mayor evidencia de sobrevaloración de los precios de los activos en algunos segmentos de los mercados financieros, lo que podría dar lugar a una corrección repentina y pronunciada.
En este contexto, también apuntó al riesgo de que los efectos de desbordamiento en los mercados de renta fija europeos causados por el aumento de los rendimientos de los bonos a largo plazo en Estados Unidos pudieran afectar negativamente a la economía europea si la mayor pendiente de la curva de rendimientos precediera de manera perceptible a la recuperación económica.
En cualquier caso, destacó que las entidades de crédito europeas operaban con niveles de capital superiores al requerimiento combinado de colchones, debido en parte a las medidas de apoyo público que han ayudado a los acreedores de las entidades, y en parte a la respuesta prudencial y regulatoria.
Asimismo, en lo que respecta al entorno de bajos tipos de interés, el Consejo indicó que este se había visto impulsado, principalmente, por factores estructurales, como la demografía, la productividad, el exceso de ahorro y/o la escasa inversión, apuntando que la crisis de la Covid-19 puede haber aumentado la probabilidad y duración de un escenario de tipos bajos durante un período largo, pasando a ser de “tipos incluso más bajos durante un período incluso más largo”.
En cuanto a las principales áreas de preocupación sobre el sector, la institución puso de relieve los ámbitos relacionados con la rentabilidad y la resiliencia de las entidades; el endeudamiento y la viabilidad de los prestatarios; el riesgo de liquidez sistémico; la sostenibilidad de los modelos de negocio de aseguradoras y los fondos de pensiones que garantizan rendimientos a más largo plazo.