La inflación, los costes energéticos y los conflictos en el transporte dificultan la recuperación total del sector
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La industria española de alimentación y bebidas recuperó en 2021 gran parte de su actividad y ya está cerca de absorber el impacto de la crisis ocasionada por la pandemia del Covid-19, con una producción de casi 140.000 millones de euros, un 5,3% más con respecto a 2020, según los datos del Informe Económico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
Así, la actividad del sector solo dista en apenas 600 millones de euros de las cifras de 2019.
No obstante, según el informe, el conflicto por la invasión de Ucrania, el alza progresiva de los costes energéticos y su impacto en las materias primas industriales, junto a las dificultades asociadas en el aparato logístico y al acceso a ciertos insumos, han perfilado un contexto “muy tensionado” para las empresas.
En este contexto, el sector de los alimentos y bebidas apela a su carácter estratégico como facilitador de bienes de primera necesidad y demanda medidas que den flexibilidad a las empresas, así como entornos políticos y económicos estables que garanticen el funcionamiento de la cadena alimentaria y el abastecimiento de alimentos y bebidas al conjunto de la población dentro de los términos de la unidad de mercado y la mejora de la competitividad.
“Debemos apostar por la certidumbre, la seguridad y la colaboración público-privada para lograr nuestros objetivos como sector y como país, algo que como primer sector industrial está dentro de nuestra vocación y responsabilidad”, ha resaltado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo.
FIAB destaca también la importancia del Perte específico dirigido a la industria de alimentación y bebidas.
“A la espera de concretar cómo se concretarán esas ayudas, consideramos que es imprescindible que éstas lleguen a todo el sector, en especial a las pymes, que conforman la mayor parte del tejido productivo de la industria de alimentación y bebidas. El futuro pasa por la sostenibilidad y la digitalización y no podemos dejar a nadie atrás”, ha afirmado el director general de FIAB.
Al margen de la producción de casi 140.000 millones de euros, el valor añadido bruto (VAB) en 2021 se cifró en 26.660 millones de euros, con un crecimiento del 11,2%.
De esta manera, el peso de los alimentos y bebidas sobre el total de la economía se sitúa en el 2,5%, mientras que sobre las manufacturas ha llegado a superar el 19,5%.
Según el informe, la reactivación del ocio y el funcionamiento, aunque de manera intermitente aún durante 2021, de la hostelería y el gasto asociado al turismo han relajado las cifras de consumo en el hogar que en 2020 vivieron un puntual repunte por el contexto de pandemia.
Así, en el periodo comprenido entre enero y noviembre el gasto acumulado en alimentación y bebidas en los hogares fue de 67.058 millones de euros, con un descenso del 6% con respecto al mismo periodo de 2020.
Asimismo, el aumento progresivo del consumo fuera del hogar se refleja en el comportamiento del gasto medio per cápita, que también cede un 5,8% hasta los 1.453 euros.
En los primeros once meses del año, el volumen de productos adquiridos por los españoles se estableció en 587 kilogramos, con una reducción de más de 43 kilogramos por persona, según el informe elaborado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Precisamente, el secretario general de Agricultura y Alimentación del MAPA, Fernando Miranda, ha valorado la importancia que tiene la industria de alimentación y bebidas en la economía española.
“Es la primera industria manufacturera del país y uno de los principales sectores exportadores de nuestra economía. Además, para nosotros es un sector estratégico por el empleo y la riqueza que genera en el territorio rural”, ha señalado.
“A pesar de las dificultades que tuvimos en 2021, con limitaciones sobre Horeca, el turismo y la complicada coyuntura internacional, las empresas y los trabajadores del sector hemos realizado un gran esfuerzo que ha permitido amortiguar, en parte, los retrocesos registrados en el año anterior”, ha destacado, por su parte, García de Quevedo.
LAS PYMES, PRINCIPALES AFECTADAS DE LA CRISIS
A pesar de los esfuerzos por acercarse a la plena recuperación, según el informe, el sector ha visto retroceder el número de empresas hasta las 30.260.
Las estructuras empresariales más pequeñas han sido las más afectadas, pues, de los 313 operadores que pierde la industria, un total de 201 se concentran en el rango de sin asalariados.
Este hecho evidencia, según el análisis, la vulnerabilidad de las estructuras más pequeñas, siendo las que menos capacidad de reacción frente a contextos muy tensionados.
Sin embargo, y al contrario que la tendencia mostrada en el resto de la economía, la industria de alimentación y bebidas mejora ligeramente el número de grandes empresas con más de 1.000 asalariados, tendencia que confirma el proceso de concentración empresarial que el sector venía revelando en ejercicios anteriores.
UN SECTOR REFUGIO DEL EMPLEO
No obstante, la contracción en el número de empresas no tiene su reflejo en el empleo, ya que la afiliación a la Seguridad Social dentro de la industria no solo se recupera, sino que supera los niveles alcanzados en 2019.
Así, en 2021 la industria anota una evolución positiva del 2% en el número de afiliados hasta alcanzar un total de 440.600 trabajadores.
Esta tasa de crecimiento, aunque no logra situarse a los ritmos de 2019, sí lo hace por encima del resto del total de la industria, lo cual confirma a la industria como un sector “estratégico y de gran estabilidad para España”.
Un mayor crecimiento en 2021, junto con una menor caída en 2020, ha permitido que el empleo de la industria de alimentación y bebida elevara su peso sobre el conjunto manufacturero y del total de la industria, ocupando el 21,4% y el 19,5%, respectivamente.
Es decir, uno de cada cinco trabajadores del ámbito industrial desarrolla su labor dentro del ámbito de los alimentos y bebidas.
La directora de Finanzas, Estudios Económicos y Talento de FIAB, Karina Pereira, ha destacado que una de las grandes fortalezas del sector es su capacidad para generar empleo estable y de calidad.
“Los datos del año 2021 confirman a la industria de alimentación y bebidas como un sector refugio para el empleo y la estabilidad social. Tras haber sido en el año 2020 el sector que mejor había resistido en niveles de empleo los efectos de la pandemia, este año ha logrado superar las cifras previas a la crisis”, ha señalado.
Por otro lado, el sector repite de nuevo su actuación en el mercado internacional, apuntando un “extraordinario” registro de 38.202 millones de euros.
La industria española aumenta un 6,7% el volumen de las exportaciones, lo cual se traduce en un aumento del 12,2% en términos de valor.
Asimismo, una vez pasado el efecto de la crisis del Covid-19, las importaciones se han recuperado, aunque la balanza comercial sigue arrojando un saldo positivo de 13.314 millones de euros, un perfil que se mantiene creciente desde 2008.