La ruptura del tratado de Amistad por parte de Argelia toca de lleno al sector energético español. Una hostilidad que dificulta el proceso de negociación de contratos energéticos entre las principales compañías españolas y Sonatrach, la energética estatal argelina. Firmas como Naturgy, Cepsa y Repsol tienen grandes intereses en los hidrocarburos que gestiona Sonatrach y la ruptura del Tratado de Amistad por parte de Argelia compromete tanto sus antiguos como los futuros acuerdos. Los conocedores de la situación no esperan que Argelia rompa los contratos a largo plazo que tiene con las compañías españolas, porque lo convertiría en un socio inestable en el mapa internacional y generaría fracturas con Europa, pero sí esperan dificultades comerciales en un “relación de tantos intereses”. y, SOBRE TODO, se esperan cambios, y subidas, en los precios…