MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado en primera fase la operación por la que BBVA adquiere a Merlin Properties una cartera formada por 659 sucursales y tres edificios alquilados actualmente a la entidad financiera por un importe cercano a los 2.000 millones de euros.
La resolución favorable del consejo de la CNMC se produjo el pasado miércoles, 1 de junio, una semana después de que entrase la notificación sobre esta operación, según consta en los registros del portal de Competencia.
Los activos incluidos en esta cartera se encuentran integrados en la sociedad Tree Inversiones, que se compone de 659 sucursales y 3 edificios alquilados a BBVA con contrato a largo plazo, 30 años para las sucursales (2039) y 20 para los edificios (2029), con un área total de aproximadamente 298.000 metros cuadrados repartidos por todo el territorio nacional, con presencia en 268 municipios y 49 provincias.
En 2014, Merlin compró a Deutsche Bank, Banca March, Ares Management y Europa Capital la sociedad Tree Inversiones por 739,48 millones de euros. Previamente, esta empresa era de BBVA, pero la vendió en 2009 por 1.154 millones de euros y con una plusvalía bruta de 830 millones de euros.
Gracias a esta operación, Merlin Properties repartirá un dividendo extraordinario de 315 millones de euros a sus accionistas, unos 65 millones de euros más del importe inicialmente calculado, cifra que responde a los requisitos que marca la ley española en estos casos, en concreto el 50% del incremento del valor obtenido, un pago que tendrá que realizarse antes de junio de 2023.
Además del pago del dividendo extraordinario, la compañía dedicará 700 millones de euros del importe cobrado a la cancelación de un préstamo derivado de esta cartera, por lo que tendrá otros 970 millones de generación de caja para reducir la deuda.
En concreto, tras acometer todas estas operaciones, la deuda de la socimi pasará de 5.247 millones de euros a 3.610 millones, con un coste medio de la deuda del 1,94%, frente al 2,07% actual, y bajará el ‘loan to value’ –relación entre deuda y valor de sus activos– al 32%, en contraste con el 39,2% actual.
Para BBVA, esta operación también es beneficiosa porque le otorgará una mayor flexibilidad en la gestión de su red de oficinas y le generará ahorros económicos importantes en un contexto de creciente inflación, puesto que le tenía que pagar a la socimi el alquiler con una cláusula que obligaba a ajustar la renta anualmente a 1,5 veces la inflación hasta 2039, cuando terminaba el contrato.
La entidad estima que estas ventajas compensarán el efecto negativo que tendrá en sus cuentas la operación, que se traducirá, en concreto, en un consumo inicial de 7 puntos básicos de capital y en un impacto neto inicial de 200 millones de euros.