BRUSELAS, 1 (EUROPA PRESS)
El Tribunal de Cuentas de la UE ha revelado este miércoles que las pequeñas y medianas empresas (pymes) se han beneficiado poco de la financiación destinada a mejorar su competitividad y ha cuestionado su valor añadido ya que considera que las inversiones se habrían realizado de igual manera sin el capital europeo.
Los auditores han destacado que los fondos de la UE han estimulado la voluntad inversora de las pymes, sin embargo, su impacto y su eficacia en términos de competitividad han sido limitados, ya que las empresas que recibieron apoyo “no obtuvieron ningún beneficio real de esta ayuda”.
En un paso más, han cuestionado el valor añadido de estos fondos ya que, según han apuntado, la mayoría de las pymes habrían realizado una inversión similar de todas formas, con o sin financiación pública, “lo que confirma el riesgo de efecto de peso muerto en este tipo de apoyo de la UE”, una cuestión que el Tribunal ha reiterado en numerosas ocasiones.
En este marco, el Tribunal de Cuentas ha instado a la Comisión Europea y a los Estados miembro a mejorar el uso de la financiación de la UE para que ayude a las pymes de manera más eficaz.
La UE cuenta con políticas para apoyar a las pymes, como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), que en el período 2014-2020, asignó más de 40.000 millones de euros para mejorar la competitividad de las pymes. Además, se liberaron más fondos de la UE en respuesta a la pandemia.
“La ayuda del Feder en los últimos años no ha supuesto una diferencia notable en la competitividad global de las pymes, lo que arroja dudas sobre los beneficios de la acción de la UE en este ámbito”, ha señalado el miembro del Tribunal, Pietro Russo, en un comunicado.
La mayor parte de los fondos Feder se destinaron a proyectos independientes dirigidos a pymes individuales, pero dichos proyectos solo generaron efectos indirectos limitados, lo que redujo el impacto global de la ayuda, han señalado los auditores.
En un paso más, el análisis del Tribunal de Cuentas ha advertido de que, en ciertos casos, la financiación llegó a afectar negativamente a las perspectivas económicas de otras pymes que competían en los mismos mercados y que no habían recibido apoyo.
Los auditores también han observado que los proyectos suelen abordar un factor de competitividad específico, y no incluye medidas para garantizar su eficacia o responder a las necesidades de las empresas en un sentido más amplio,como la necesidad de encontrar mano de obra cualificada.
Además, el estudio ha apuntado otros elementos que obstaculizaron la eficacia de la dotación financiera como los procedimientos de selección poco ambiciosos y no concebidos para conceder financiación a las propuestas más competitivas, considerando que la mayoría de las que obtuvieron una puntuación mínima de admisibilidad recibieron financiación, sin ninguna evaluación comparativa ni competencia entre solicitudes.