MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
MCH Investment Strategies considera que la probabilidad de que se produzca un escenario de estanflación, en el que la inflación se mantenga en niveles altos y el crecimiento se desacelere, es baja, dada la fortaleza de la demanda agregada, la inercia positiva del fin de las restricciones y la política fiscal expansiva.
Así lo han señalado el socio y economista jefe de MCH Investment Strategies, Álvaro Sanmartín, y el responsable de renta variable y especialista de producto de MCH Investment Strategies, Julián Coca, en un encuentro con los medios este jueves.
Sanmartín ha destacado que su escenario central no contempla ni una estanflación ni una recesión para este año, pero sí una desaceleración económica para el 2023 debido a las políticas “más neutrales” de los bancos centrales. De darse una recesión, se trataría de un “aterrizaje suave”, no como en crisis previas.
La firma tiene una perspectiva más optimista que el consenso de mercado, dada la fortaleza de la demanda agregada, con un consumidor en Estados Unidos con mucha seguridad en su renta, subidas del salario, aumento del precio de la vivienda de un 20%, poca deuda y ahorro.
Asimismo, cree que la situación del mercado laboral en Europa comenzará a asemejarse a la de Estados Unidos, donde hay dos vacantes por cada desempleado, según ha señalado Sanmartín.
La única diferencia se verá en los salarios: si bien empezarán a subir en el Viejo Continente, no alcanzarán los niveles de Estados Unidos, dado que pesa más la negociación colectiva, con convenios anuales y plurianuales que en algunos casos fueron firmados cuando la inflación era mínima.
Sanmartín sí ha reconocido que Europa tiene la guerra “en casa”, por lo que el shock le afecta más y el riesgo de estanflación es más alto que en Estados Unidos, pero ha incidido en que la demanda agregada aún es “demasiado fuerte”.
“El panorama de demanda agregada es demasiado fuerte para que el shock de Ucrania genere una recesión”, ha señalado. Asimismo, ha añadido que los mercados están poniendo “demasiado en precio” un escenario de recesión a corto plazo, que es poco probable, y no están poniendo en precio “lo que van a tener que hacer los bancos centrales para controlar la inflación”.
En cuanto a política monetaria, la firma no cree que Estados Unidos pueda detener la inflación con los tipos de interés por debajo del 3,5%, en tanto que en Europa tendrán que aumentar hasta el 2,5%.
MCH IS espera que el Banco Central Europeo (BCE) empiece a subir tipos en julio y acabe el año en positivo, en tanto que se guardará alguna bala para controlar los ‘spreads’ de deuda periférica “por si se descontrolan”.
ALTA VOLATILIDAD Y OPORTUNIDADES EN EUROPA
Coca ha explicado que los mercados seguirán experimentando volatilidad en los próximos meses ante las dudas de una posible recesión. La firma tiene una previsión positiva para la renta variable si continúan los beneficios, con una expectativa más positiva para el Europa, cuyas empresas tienen un mayor margen de subida por las valoraciones.
Sanmartín ha señalado que el activo a evitar serían los bonos a largo plazo nominales, que “pueden dar un disgusto fuerte” en un escenario de subida de tipos, mientras que la renta variable resulta más “atractiva”, teniendo en cuenta la volatilidad que se espera en los mercados.
“Para quien aguante un poco la volatilidad, es el momento de tener renta variable europea”, ha destacado. Las compañías que van a sufrir más serán aquellas que tengan un producto más sensible al poder adquisitivo de los ciudadanos, como Walmart y Target, que anunciaron el miércoles que no van a alcanzar sus objetivos.
Para la bolsa española, las previsiones positivas siguen, con un crecimiento de los beneficios de un poco menos del 2% en el Ibex 35. El gran peso del sector financiero en el selectivo juega ahora a su favor, según ha señalado Coca, que cree que la subida de tipos se irá trasladando a los beneficios de las entidades.
“Creemos que va a haber una mejora de la rentabilidad anualizada de los recursos propios (ROE) y una expansión de los múltiplos”, ha destacado Coca, que ha recordado que el consenso da una valoración razonable para el Ibex 35 de 10.300 puntos.
Respecto a las criptomonedas, Sanmartín ha incidido en que dependen del sentimiento, por lo que es difícil predecir su valor futuro, pero entre las posibilidades está que se reduzca a cero porque “le cuesta ver su valor fundamental”.