El G7 promete eliminar gradualmente el petróleo ruso. Coincidiendo con el aniversario de la derrota de los nazis en la II Guerra Mundial, los países del bloque se han comprometido a limitar su dependencia de la energía rusa, aunque, eso sí, “de forma ordenada”, en lo que supone un mensaje claro y realista.
Al mismo tiempo, han aprobado nuevas sanciones para aislar a Rusia en áreas como la auditoría y la consultoría, los medios de comunicación, al igual que incorporan el relativo embargo de equipos industriales que puedan alimentar la maquinaria de guerra rusa. Más allá de las sanciones, en cuanto a los gestos que han acompañado este bloqueo frente a Rusia, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también ha viajado por sorpresa a Kiev. Entre los últimos anuncios destaca que Estados Unidos sanciona por primera vez a los directivos de Gazprombank. Se prohíben los servicios profesionales a Rusia, mientras Europa se esfuerza por acordar frenos al petróleo y el Reino Unido se suma a las medidas comerciales.