Mientras las conversaciones de paz se estancan, el rublo sigue subiendo. La moneda rusa sube a más de 77 rublos frente al euro, su nivel más alto en casi dos años, ayudado por los pagos de impuestos récord de 3 billones de rublos que las empresas deben hacer esta semana. La actividad comercial sigue siendo escasa en comparación con los niveles observados antes del 24 de febrero. Los movimientos del rublo están limitados artificialmente por los controles de capital impuestos por el banco central.
El aumento de los impuestos puede impulsar el rublo, pero un esperado recorte de los tipos de interés por parte del banco central el viernes puede frenar el optimismo. Un sondeo de Reuters sugiere que el banco recortará 200 puntos básicos, hasta el 15%. En otra señal de que el Estado quiere estimular el crecimiento económico, el Presidente Vladimir Putin propuso el lunes reducir el tipo hipotecario subvencionado del 12% al 9%.
Rusia sigue luchando contra la fuga de capitales. La proporción de inversores extranjeros entre los tenedores de bonos del tesoro ruso OFZ se redujo al 17,7% en marzo, su nivel más bajo desde finales de 2012, según mostraron el lunes los datos del banco central.