MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Los líderes de los países del G7 y de la Unión Europea han acordado tratar de limitar la capacidad de Rusia de recurrir a sus reservas internacionales, incluido el oro, para evadir las sanciones internacionales con el objetivo de apuntalar su economía y financiar la guerra en Ucrania.
“Los líderes del G7 y la Unión Europea seguirán trabajando juntos para reducir la capacidad de Rusia de desplegar sus reservas internacionales para apuntalar la economía de Rusia y financiar la guerra de Putin”, ha anunciado la Casa Blanca en un comunicado.
En este sentido, Estados Unidos ha dejado claro que “cualquier transacción que involucre oro relacionada con el Banco Central de la Federación Rusia está cubierta por las sanciones existentes”.
Rusia posee una de las mayores reservas de oro del mundo, estimadas en alrededor de 2.300 toneladas del metal, cuyo valor rondaría los 140.000 millones de dólares (127.151 millones de euros), tras haber multiplicado por seis sus reservas en los últimos 15 años.
Asimismo, los aliados anunciaron hoy también una iniciativa para compartir información y coordinar respuestas relacionadas con aquellas medidas de evasión que pretendan socavar la eficacia y el impacto de las sanciones.
“Juntos, no permitiremos la evasión de las sanciones. Como parte de este esfuerzo, también involucraremos a otros gobiernos en sanciones similares a las impuestas por el G7 y otros socios”, recoge el comunicado difundido por la Casa Blanca.
Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado sanciones contra 400 ciudadanos y entidades de Rusia como represalia por la ofensiva militar iniciada hace un mes en Ucrania, país al que ha comprometido a seguir ayudando con más asistencia humanitaria y con la acogida de hasta 100.000 refugiados.
Las nuevas medidas se enmarcan en la vista a Europa del presidente norteamericano, Joe Biden, y llegan fruto de una “histórica coordinación” con otros bloques aliados como la UE y el G7, según la Casa Blanca. Las sanciones, ha explicado, “no tienen precedentes”, tanto por su alcance como por la rapidez con la que se han adoptado.
La nueva ‘lista negra’ incluye a 328 diputados de la Duma rusa y también al propio órgano legislativo, así como a oligarcas como Herman Gref, principal responsable del banco Sberbank, y Genadi Timchenko. Washington señala, además, a 48 grandes empresas públicas vinculadas a la industria de Defensa.
“Mientras el presidente (Vladimir) Putin siga con esta guerra, Estados Unidos y sus aliados están decididos a garantizar que el Gobierno ruso sienta los efectos de nuestras acciones económicas, actuales y futuras”, avisa la Casa Blanca, que vaticina un desplome de la economía rusa de al menos el 15 por ciento en 2022. El “colapso económico”, añade, podría retrotraer a Rusia 15 años.
En el ámbito humanitario, la Administración de Biden se ha comprometido a enviar ayuda por valor de más de 1.000 millones de dólares, dentro de una colaboración que Estados Unidos hace extensiva también a toda la región. De hecho, se ha mostrado dispuesto a recibir a 100.000 refugiados, si bien “espera que muchos ucranianos elijan quedarse en Europa, cerca de su familia y de sus casas”.
Los esfuerzos norteamericanos incluyen también medidas en favor de la democracia y avanzar en la rendición de cuentas por los crímenes de guerra presuntamente cometidos por Rusia, con un observatorio específico que se encargará de recabar información para que las autoridades rusas puedan rendir cuentas en un futuro de los abusos que están cometiendo en Ucrania.