MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La gestora de fondos de inversión estadounidense Pimco ha bajado sus previsiones de crecimiento para las economías desarrolladas hasta el 3%, un punto porcentual menos respecto a lo previsto antes de los ataques de Rusia a Ucrania, y ha aumentado las de la inflación hasta el 5%, dos puntos porcentuales más.
El informe, elaborado por el asesor económico global, Joachim Fels, y el director de inversiones de renta fija global, Andrew Balls, explica que la economía global se enfrenta actualmente a un “shock de estanflación” que es negativo para el crecimiento y que tenderá a elevar aún más la inflación.
En este sentido, identifican cuatro canales de transmisión: precios más elevados de la energía y los alimentos, interrupciones en los flujos comerciales y la cadena de suministro, condiciones financieras más restrictivas y una menor confianza empresarial y de los consumidores debido a la elevada incertidumbre.
Fels y Balls han señalado que el crecimiento seguirá impulsado por la reapertura después de la pandemia y los fuertes niveles de ahorro, que apoyarán la demanda.
“Nuestro escenario base todavía contempla un crecimiento por encima de la tendencia histórica para las economías desarrolladas en conjunto, pero hemos revisado nuestra previsión de crecimiento un punto porcentual a la baja, situándolo en el 3% para 2022, en comparación con nuestras previsiones pre-guerra”, han destacado en el documento.
La firma ha señalado además que hay riesgos significativos para las previsiones, especialmente si hay una escalada en la guerra de Rusia-Ucrania. Entre estos, se incluye el de una recesión.
Con los precios de las materias primas al alza, los autores anticipan un repunte de la inflación en los próximos meses hasta tocar techo y moderarse en los meses siguientes. El riesgo será mayor en Estados Unidos, donde el mercado de trabajo ya está muy tensionado, aunque el shock será importante también en Europa.
De todas formas, “depende mucho de lo que se haga en política monetaria”. “Nuestro escenario base sigue siendo de unos tipos de interés reales neutrales bajos, debido en parte a la persistencia de los factores a largo plazo y en parte a la sensibilidad del mercado financiero a unos tipos más altos. Pero es probable que una mayor inflación llevará a decisiones difíciles para los bancos centrales”, han resaltado.
Esto abriría también oportunidades para los inversores activos si el continuo endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales conduce a turbulencias (‘breakage’) en los mercados financieros.
Asimismo, ponen de relieve que los confinamientos en China podrían crear nuevos cuellos de botella, una disrupción que se suma al conflicto bélico.
En cuanto a política fiscal, la firma espera una “mayor relajación” en Europa, en forma de un mayor gasto en defensa (que tardaría tiempo en hacerse efectivo) y mediante transferencias y subsidios fiscales destinados a amortiguar el impacto del aumento de los costes energéticos en la renta disponible.
Ante este contexto, la estrategia clave de la firma es enfatizar la flexibilidad y a liquidez de la cartera. “Vemos valor en tener el espacio presupuestario de riesgo y la liquidez disponible para responder a los acontecimientos y aprovechar oportunidades potenciales”, destaca el informe.
En renta variable, los autores explican que el entorno actual favorece a las empresas de calidad frente a las cíclicas, mientras que en su estrategia de renta fija prefieren centrarse en crédito estructurado y corporativo que no esté cercano al ‘default’.