MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Ence Energía y Celulosa está desarrollando un plan inversor de 105 millones de euros para impulsar el negocio de su biofábrica de Navia (Asturias), en línea con su estrategia de alinearse con la bioeconomía circular, base sobre la que pivotará su estrategia de crecimiento.
Según ha explicado el presidente y consejero delegado de la compañía, Ignacio Colmenares, durante la celebración de su Capital Markets Day, esta iniciativa incluye diferentes proyectos como la diversificación en celulosa ‘Fluff’, material especial para productos higiénicos absorbentes.
A este plan también se circunscribe un proyecto de descarbonización que permitirá una reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 50.000 toneladas anuales a partir de 2024, a través de la valorización de la lignina como biocombustible, sumada a una mejora de la eficiencia.
De forma paralela, la compañía va a continuar defendiendo en los tribunales “la legalidad” de la prórroga de la concesión de su biofábrica de Pontevedra, después de que el Tribunal Supremo haya admitido recientemente a trámite el recurso de casación contra una de las sentencias dictadas el pasado julio por la Audiencia Nacional.
En los próximos meses, el Alto Tribunal dictará sentencia al respecto, aunque, en cumplimiento de la normativa contable, Ence ya hizo provisiones en 2021 por 200 millones de euros para anticiparse al impacto potencial que supondría el cierre de esta instalación.
Por otro lado, Ence quiere enfocarse a la energía renovable y ya ha adoptado un nuevo nombre y identidad visual para su filial especializada en este campo (Magnon Green Energy), para impulsar este negocio.
Asimismo, está poniendo en marcha otras oportunidades vinculadas a la gestión de la energía, los biocombustibles, el biogás y el almacenamiento, contribuyendo así a la estabilidad del sistema y facilitando la incorporación de energías renovables y la transición energética.
Con todo ello, la compañía prevé para los próximos años registrar “una fuerte generación de caja en todos los escenarios posibles”, incluso ante un hipotético cierre de la biofábrica pontevedresa, gracias a inversiones en su instalación asturiana.