Con el objetivo de no repercutir a sus franquiciados subidas de precios en materias primas en los próximos meses
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Restalia Holding, dueña de 100 Montaditos, La Sureña, The Good Burger -TGB-, Panther Organic Coffee y Pepe Taco, prolongará su plan de contingencia para velar por la seguridad de su red de franquiciados debido a la incertidumbre ocasionada por la guerra en Ucrania, la inflación y la crisis de suministros de materias primas y energía.
Así, la complejidad de la actual situación internacional ha llevado a la compañía a anunciar que mantendrá estas medidas, como mínimo, hasta el 1 de septiembre, según ha informado la firma.
El plan de contingencia de Restalia tiene dos objetivos claros: no repercutir las subidas de precios en las materias primas para sus franquiciados y llevar a cabo un análisis reforzado de la cadena de suministros de los productos.
“Como siempre hemos hecho, en Restalia seguiremos estando al lado de nuestros franquiciados y de nuestros clientes. Por este motivo hemos decidido continuar con nuestro plan de contingencia para que nuestros franquiciados no se vean perjudicados por los escenarios inflacionistas y puedan impulsar la venta y los establecimientos, a la vez que nos mantenemos fieles a nuestra cultura de ‘smart cost'”, ha afirmado el fundador y presidente ejecutivo de Restalia Holding, José María Capitán.
“Restalia pretende evitar que esta crisis se traslade al franquiciado y al consumidor. Mantenernos fieles a nuestro modelo es fundamental, pues ha puesto de manifiesto, a lo largo del tiempo, que estas medidas lo hacen acíclico, capaz de sortear obstáculos y ser un valor refugio para emprendedores y clientes”, ha añadido.
Según la compañía, el optimismo ante el cercano fin de la pandemia que prevé una reactivación del consumo sin restricciones -y que también ha incrementado las solicitudes e interés por las franquicias del grupo- viene acompañado por un contexto extremadamente complejo.
2021 cerró con una inflación del 6,5% debido a los altos precios de la energía, el alza de materias primas y una crisis global de suministros derivada de la carencia de chips y los problemas de las navieras para entregar mercancías y colapso de los puertos.
La invasión de Ucrania empeoró la situación, y expertos ya hablan de una tasa de inflación que se podría situar, incluso, en un 10%. “El problema de la inflación es que se pierde competitividad y, sobre todo, poder adquisitivo para las familias, situación que llevamos sufriendo años. Nuestra prioridad es mantener una oferta competitiva, como siempre hemos hecho”, ha afirmado Capitán.