MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Las operaciones mundiales de capital riesgo con un importe superior a los 1.000 millones de dólares (918 millones de euros) se duplicaron en 2021, un año en el que el tamaño medio de las transacciones se situó en 1.100 millones de dólares (1.010 millones de euros), el 57% más respecto al año anterior.
Así se desprende del decimotercer informe anual de Bain & Company ‘Global Private Equity Report’, que se ha publicado este martes y que revela que el sector alcanzó cifras récord en 2021: el importe de las operaciones de compra se situó en 1,1 billones de dólares (1,01 billones de euros), lo que duplica a los 577.000 millones de dólares (530.000 millones de euros) del año anterior.
La firma explica en el documento que esas cifras récord han sido posibles gracias al tamaño de las transacciones y no tanto al número de estas. Bain & Company destaca que tras de diez años de crecimiento constante, el ‘dry powder’ (la liquidez) registró otro récord en 2021, alcanzando los 3,4 billones de dólares (3,123 billones de euros) en todo el mundo, con un billón de dólares (918 millones) en fondos de compra (‘buyout funds’), aproximadamente.
La oportunidad de invertir grandes cantidades de capital produjo un aumento “repentino y pronunciado” de las operaciones público-privadas, especialmente en Norteamérica y la región de Asia-Pacífico. Estas operaciones acumularon 469.000 millones de dólares (430.000 millones de euros) en todo el mundo, lo que supone un aumento del 57% en un año.
Asimismo, los fondos han visto cómo su actividad de fusiones y adquisiciones en el ámbito global aumentaba hasta el 19%, su nivel más alto desde 2006.
Una de cada tres adquisiciones fue de una empresa tecnológica, lo que, junto al continuo crecimiento de sectores como el de fintech, la sanidad y los servicios empresariales, demuestra que la tecnología es ahora una tesis de inversión clave en más de la mitad de todas las operaciones, según Bain & Company.
Las desinversiones también alcanzaron cifras récord: los fondos de compra desinvirtieron 957.000 millones de dólares (879.000 millones de euros) en activos en el ámbito global. Las operaciones de las SPAC fueron “especialmente relevantes”, al aumentar un 325% con respecto al año anterior y alcanzar los 158.000 millones de dólares (145.099 millones de euros).
El ‘fundraising’ también batió record, ya que los fondos levantaron globalmente en todo el espectro del capital riesgo 1,2 billones de dólares (1,1 billones de euros), el nivel más alto jamás registrado.
Cira Cuberes, socia de private equity de Bain & Company, ha señalado que estas tendencias globales también se han observado en Europa. “La actividad ha sido fuerte en casi todos los países europeos, alcanzándose récords en Francia, Italia y Oriente Medio. En España la actividad ha sido muy elevada, por encima de los niveles de 2020”, ha señalado.
Además, el socio de private equity Álvaro Pires ha añadido que en España se ha visto “un elevado número de operaciones de gran tamaño” (como Urbaser, Burger King, IT Aero), pero también una fuerte actividad del ‘mid-market’, con numerosas transacciones (como Legalitas, Caiba, Proclinic, etc.).
No obstante, ha especificado que en España el sector del software ha tenido un menor peso que en otros mercados, frente a las operaciones industriales, que han sido “muy relevantes”, y a las de otros sectores como el de salud y el de ‘retail’ y servicios.
La inversión ESG es otra tendencia “fundamental” en España, que toma cada vez más peso a la hora de analizar una posible inversión.
“Incorporar elementos ESG en la fase de ‘due diligence’ permite a los inversores no solo descartar situaciones donde hay posibles ‘red-flags’, sino también identificar oportunidades de creación de valor a través de dimensiones ESG”, ha señalado Cuberes.
CONFLICTO ENTRE RUSIA Y UCRANIA
En cuanto al impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania, el director global de private equity a nivel global de la firma, Hugh MacArthur, ha señalado que “los efectos secundarios se observarán a lo largo y ancho del planeta”.
“En medio del caos, los inversores se verán obligados a ganar convicción en el escenario más probable. Por tanto, los inversores en capital riesgo y sus empresas en cartera tendrán que planificar teniendo en cuenta una gama de escenarios más amplia de lo habitual y observar de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos”, ha destacado.