Los gobiernos de Rusia y de Ucrania se atribuyen mutuamente la responsabilidad por el fracaso de la evacuación.
Según Putin, el acuerdo para dejar salir a los civiles fue “impedido por los nacionalistas” uranianos, mientras que para Kiev, naufragó por los bombaredeos de las tropas enviadas por el Kremlin.
Aunque se había pactado una tregua para evacuar civiles de la ciudad de Mariupol para este domingo, el alto al fuego no fue respetado y las labores tuvieron que ser suspendidas; tanto rusos como ucranianos se culparon mutuamente por continuar los ataques. La ONU ha urgido a establecer “una pausa en los combates” para permitir el paso seguro de civiles.