Analizamos Clara Sanz la futura Ley de FP y de la estrategia de modernización de la Formación Profesional impulsada desde el Gobierno.
Tras meses de negociación entre la comunidad educativa, sindicatos y comunidades autónomas, este jueves está previsto que el Congreso apruebe la nueva ley de Formación Profesional. La nueva norma está pensada para estudiantes y también para trabajadores (y parados) y permitirá a estos últimos un reciclaje continuo. El hito podría ser mayúsculo porque se espera un gran consenso y que la aprobación de la nueva ley se desarrolle sin votos en contra.
Con la nueva norma, la FP pasará a ser dual. Esto significa que combinará la enseñanza teórica en las aulas con las prácticas en las empresas. Así habrá dos tipos de FP: la General y la Avanzada. En la General la duración de la formación en empresas será del 25 al 35% y una participación en la empresa de hasta un 20% de los resultados del aprendizaje del currículo. La Avanzada tendrá una formación en empresa a partir del 35% de la duración total y una colaboración de la empresa con el centro de enseñanza de más del 30 % respecto del currículo. Habrá cinco grados, desde la acreditación de competencias a los másters.
