La evolución de la tasa de inflación en enero ha sorprendido al alza y sugiere que las subidas de precios continuarán durante más tiempo del previsto inicialmente, aunque el Banco Central Europeo (BCE) confía en que se moderarán en el curso de 2022, advirtiendo de que los riesgos para las perspectivas de inflación “están sesgados al alza” y subrayando que en la reunión de marzo habrá más datos disponibles para evaluar la posición de la entidad.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que ha mantenido sin cambios su política monetaria y la hoja de rutas para la retirada de estímulos, Lagarde ha subrayado que el repunte de los precios en la eurozona responde principalmente a la aceleración de los costes de la energía, algo que sigue confiando en que se modere en los próximos meses, aunque ha advertido de que afectará a la actividad en el comienzo de 2022 por su impacto sobre los ingresos y el consumo de los ciudadanos.
“Es probable que la inflación se mantenga elevada durante más tiempo del previsto, pero esperamos que se modere en el curso del año”, ha afirmado la francesa, reconociendo que las subidas de los precios se han hecho más generalizadas.
De este modo, la presidenta del BCE ha defendido la necesidad de mantener toda la “flexibilidad y opcionabilidad” de la política monetaria, añadiendo que el BCE está listo para adaptar todas las herramientas según necesidad.
De este modo, Lagarde ha reconocido la “preocupación unánime” en el seno del Consejo de Gobierno del BCE sobre la inflación y su impacto, que es soportado en mayor medida por los más vulnerables, así como su efecto sobre las perspectivas a medio plazo.
Asimismo, ha indicado que en la reunión del Consejo del próximo mes de marzo, cuando el BCE actualizará su cuadro macroeconómico, la institución dispondrá de más información sobre el impacto de la inflación en los salarios y el mercado laboral, así como en las previsiones a medio plazo.
“Estamos guiados por la estabilidad de precios y tomar los pasos adecuados en el momento adecuado sin precipitarnos”, ha afirmado Lagarde, quien ha evitado descartar explícitamente una subida de tipos en 2022, reiterando que no asume compromisos y emplazando a marzo “cuando haya más datos” para poder realizar afirmaciones más completas.
A este respecto, Lagarde ha reiterado que el BCE cuenta con una orientación de futuro en la que identifica los tres criterios que deben cumplirse para poder subir los tipos, añadiendo que “habrá una secuencia y no habrá subidas hasta completar las compras netas de activos”.