El bloque del ‘no’ puede elevarse ahora a 172 votos, lo que obliga al Gobierno a buscar el apoyo de los que abogaban por abstenerse
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El anuncio del PNV de que votará en contra de la reforma laboral si no incorpora la prevalencia de los convenios autonómicos estrecha el margen del Gobierno para salvar sin cambios el acuerdo alcanzado con la patronal CEOE y los sindicatos CC.OO. y UGT.
Y es que además del PNV (6 diputados) ya han avanzado su rechazo a la reforma si no hay cambios ERC (13), EH-Bildu (5), la CUP (2) y el BNG (1), que la consideran insuficiente por no derogar por completo la normativa del Gobierno del PP de 2012. Y Junts, con cuatro diputados, también ha adelantado esta semana su voto en contra.
Todos ellos, sumados a los del PP (88 diputados), Vox (52) y Foro Asturias (1) elevarían el bloque del ‘no’ hasta un total de 172 diputados, a tres de la mayoría suficiente de 175 diputados para derogar el decreto ley en el Congreso.
SI NO ACEPTA CAMBIOS EL GOBIERNO DEBE ASEGURAR TODO APOYO
Este equilibrio obliga al Gobierno a apurar el resto de apoyos si persiste en su intención de no tocar la reforma alcanzada con la patronal y los principales sindicatos. Entre ellos, el de formaciones que también han pedido ir más lejos en la reforma, pero que, por el momento, no han advertido al Gobierno su voto en contra, como Más País-Equo (2) o Compromís (1).
Desde Compromís descartan “en principio” el voto en contra, al reconocer que la reforma laboral incluye medidas positivas. En todo caso, aseguran que sus expectativas eran más altas y, dado que esperaban una reforma “bastante más profunda”, buscarán un acuerdo con las “fuerzas progresistas” para poder “apretar más” al Gobierno y modificar el texto.
También cree que se queda corta Más País-Equo, que reconoce que la reforma “es un avance pero se deja muchas cosas en el tintero”. Por ello, expresan su deseo en “poder mejorarla en el Congreso”, donde “la correlación de fuerzas es favorable”, pero sin especificar ninguna condición para su voto.
ALIADOS FUERA DEL BLOQUE DE PRESUPUESTOS
De momento, además del ‘sí’ confirmado del PRC y Nueva Canarias (un diputado cada uno), y a la espera de Teruel Existe (1), otro socio habitual, el Gobierno ha encontrado aliados en los últimos días en formaciones no favorables a sus medidas laborales, como Ciudadanos (9), UPN (2) o Coalición Canaria (1), formaciones que se inclinan a permitir la convalidación de la reforma acordada, sea con voto a favor o con abstención.
Ciudadanos, de hecho, está dispuesto a apoyar la reforma laboral en el Congreso siempre y cuando el Gobierno no acuerde con sus socios modificaciones posteriores. Eso sí, Pablo Cambronero, exdiputado de Cs que ahora forma parte del Grupo Mixto, aún no ha decidido su voto y no descarta nada.
APOYO PARA NO TOCARLA, POSICIÓN ESTRATÉGICA DE Cs Y PDeCAT
Una posición estratégica similar a la planteada por el PDeCAT, que aunque defiende la prevalencia del convenio autonómico, también es contrario a someter a más modificaciones el acuerdo alcanzado en el diálogo social.
En el caso de UPN, el socio electoral del PP en Navarra, no prevé en principio votar en contra del decreto de la reforma laboral, ya que ve “difícil” rechazar un acuerdo suscrito por los agentes sociales. “Es difícil que votemos que no”, aseguran desde esta formación.
Tanto el PRC como Nueva Canarias, con un diputado cada uno en el Grupo Mixto, se sitúan en el voto a favor, mientras que Coalición Canaria, que aún no ha decidido su postura, no se plantea votar en contra valorando el alcanzado con la patronal y los sindicatos mayoritarios.