La recuperación del sector en 2022 estará condicionada por laevolución de la pandemia, la subida de precios y el fin de las ayudas
Los hosteleros prevén una “fuerte” recuperación de las ventas al cierre de este año respecto a 2020 y que se modere la caída con relación a 2019, con descensos entre un 20% y un 25% en el período navideño, lo que supone una facturación aproximada en la campaña de entre 8.500 y 9.000 millones de euros.
En la media de este año, el descenso respecto a los datos precrisis se situará entre un 25 y 30%, según Hostelería de España, que ha presentado esta mañana su Anuario 2021.
En opinión del sector, 2022 continuará la senda de la recuperación a partir del segundo trimestre, aunque condicionada por la incertidumbre en la evolución de la pandemia, la subida de los precios y la finalización de las ayudas concedidas a las empresas, por lo que la recuperación plena del sector es muy probable que se retrase hasta 2023.
“El comienzo de 2022 será muy duro para el sector, no sólo por el impacto de la nueva ola, sino también por el aumento generalizado de los costes. El primer trimestre de 2022 será mucho peor que el cierre de 2021, pero mantenemos la esperanza de que a partir de ahí comience la senda de la recuperación que habíamos iniciado en este último semestre; si bien la recuperación de las cifras de empleo y facturación no se producirán hasta 2023”, ha señalado el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.
Desde Hostelería de España se ha insistido en la necesidad de alargar el plazo de solicitud de ayudas, que expira el 31 de diciembre. La hostelería solicita la ampliación de este plazo hasta junio de 2022, además de la aplicación de criterios más sencillos.
“No se puede admitir que las comunidades autónomas vayan a devolver al Gobierno 2.500 millones de euros procedentes de estas ayudas con la grave situación que todavía viven las empresas”, ha denunciado.
Por su parte, el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, ha analizado la evolución de 2021 desde el inicio con el impacto de una nueva ola, que intensificó las restricciones y fuertes caídas, por encima del 60%, pasando por un primer trimestre en el que el sector hostelero empezó a recuperar cifras respecto al año anterior, gracias al consumo nacional, con un ritmo de recuperación más lento del consumo internacional, aunque todavía muy por debajo de los niveles precrisis.
En los meses del verano, según ha explicado, ha habido una fuerte recuperación respecto al año anterior y la facturación de los negocios hosteleros se situaron entre un 15 y 25% menos que en 2019, los mejores datos desde el inicio de la crisis.
En cuanto a las cifras de empleo desde junio se ha producido una recuperación progresiva con respecto a 2020, a pesar de que la media del año todavía refleja una caída de 30.000 trabajadores.
Además, a lo largo de este año casi 350.000 trabajadores han salido de la situación de ERTE, estimando que a final de año se mantengan alrededor de 25.000 trabajadores en esta situación.
2020.
El informe recoge las consecuencias que la pandemia ha dejado en el sector hostelero durante 2020, en términos de empleo, producción y reducción del tejido empresarial.
En ese año, cerca de un tercio de los establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas, y casi 700.000 empleos se vieron afectados entre pérdidas efectivas y trabajadores acogidos a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs).
Ello conllevó a una pérdida de facturación cercana a la mitad de la alcanzada el año anterior, hasta 74.421 millones de euros, reduciéndose la aportación a la economía nacional en términos de VAB hasta un 3,5%.
Según ha explicado el presidente de Hostelería de España, esta situación fue resultado de la paralización prácticamente completa de la actividad hostelera durante más de dos meses y las posteriores limitaciones y restricciones impuestas por las sucesivas olas, que en muchos casos supusieron el cierre de actividades del sector hostelero.
Sobre la facturación, la crisis ha tenido un mayor impacto en el alojamiento al tener una mayor dependencia del turismo con una caída media en el año por encima del 70%, mientras que, en las actividades de restauración, más dependientes del consumo interno, el descenso se situó en torno al 30%.
Tampoco ha sido igual la caída en las diferentes comunidades autónomas, estando más afectadas aquéllas más dependientes del turismo internacional, con las islas a la cabeza, de -65,6% en Baleares y – 52,1% en Canarias.
Respecto al empleo, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestran, según el sector, un fuerte impacto de la crisis, reduciéndose el número de trabajadores hasta 1,4 millones, frente a los 1,7 millones del año anterior.
En concreto, 2020 ha dejado 200.000 trabajadores menos en restauración, y 90.000 trabajadores menos en el alojamiento. Además, hay que tener en cuenta los trabajadores acogidos a ERTE, que en el último mes de 2020 se situaban por encima de los 300.000, según datos de afiliación a la Seguridad Social.
En cuanto a los precios, en 2020 en las actividades de restauración subieron una media de un 1,6%, tres décimas menos que el año anterior, mientras que en el alojamiento la tasa de crecimiento fue negativa, de -4%.