Enria sigue defendiendo la idea de crear un ‘banco malo’ europeo, aunque admite que no es algo urgente
El Banco Central Europeo (BCE) no puede asumir las labores de supervisión de la lucha contra el blanqueo de capitales en la Unión Europea, aunque la institución se ha mostrado a favor de la iniciativa de constituir una autoridad única que liderase esta actividad.
“No podemos hacer eso”, ha señalado Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE, en una entrevista con ‘Het Financieele Dagblad’ al ser cuestionado sobre la posibilidad de que el banco central asuma de manera inmediata la supervisión de la lucha contra el blanqueo de capitales a nivel europeo.
“Estamos a favor de la iniciativa de la Comisión Europea de establecer una autoridad europea, pero el Tratado limita a la supervisión prudencial las tareas que pueden conferirse al BCE”, ha recordado el italiano, para quien la cooperación en la lucha contra el blanqueo sería mucho más fácil si las distintas autoridades se fusionaran en una sola.
Por otro lado, Enria se ha mostrado confiado en que la UE acabará dotándose de un sistema común de garantía de depósitos (EDIS por sus siglas en inglés), aunque ha lamentado que, incluso en el escenario más optimista, logrando un acuerdo al respecto en 2022, su implementación llevaría entre tres y cinco años. “Está tardando demasiado”, ha reconocido.
“Creo que los políticos están subestimando los efectos positivos de un sector bancario más integrado”, ha señalado Enria, poniendo como ejemplo el caso de Estados Unidos, donde el nivel de riesgo compartido privado es mucho mayor y donde los bancos activos en todo el país pueden absorber un shock en un estado con las ganancias que generadas en otros.
“Aquí, cuando los bancos de España, Irlanda y Grecia se metieron en problemas, su crisis se gestionó dentro de los mercados nacionales. Eso es mucho menos eficiente”, ha defendido.
Asimismo, el italiano ha apuntado que la competencia resultante de un mercado bancario único europeo totalmente integrado beneficiaría a los prestatarios de unos precios más bajos.
BANCO MALO EUROPEO.
Por otro lado, respecto del planteamiento defendido por Enria de establecer una sociedad de gestión de activos que ayudase al saneamiento de la banca europea, el italiano ha reconocido que ya no es urgente, puesto que la evolución de la morosidad en el sector ha sido más suave de lo esperado durante la pandemia.
“No obstante, creo que una empresa europea de gestión de activos de este tipo podría ser útil a medio plazo”, ha señalado, ya que si los préstamos incobrables comenzaran a acumularse en algún momento futuro, una rápida limpieza de los balances de los bancos sería realmente útil y permitiría una reestructuración más ágil del sector, de forma totalmente coordinada, sin las distorsiones que inevitablemente introducen las medidas nacionales de apoyo.
“No lo estoy presentando como urgente en este momento. Pero si me pregunta si me gustaría incluirlo en la caja de herramientas, mi respuesta es un rotundo sí”, ha apostillado.