Avisan de que la inflación puede convertirse en estructural si se traslada a los salarios
El Consenso Económico elaborado por PwC ha rebajado desde el 6,3% hasta el 4,8% la estimación de crecimiento del PIB para este año y ha recortado dos décimas, hasta el 5,2%, su previsión para 2022, de acuerdo con las proyecciones de un panel de más de 400 expertos, directivos y empresarios.
Según el informe, la situación económica y financiera de las familias “no acaba de mejorar”. El 65% cree que es regular y el 68% espera que se mantenga igual en los próximos tres meses. Esta opinión se concreta, por un lado, en el comportamiento del consumo. Aquí caen en más de cuarenta puntos los que piensan que aumentará y crecen en más de 20, hasta el 49%, los que aseguran que permanecerá estable en los próximos seis meses. Y, por otro, en la evolución de la compra de vivienda, que tampoco va a seguir creciendo, según más de la mitad de los encuestados.
Por otro lado, el 64,7% de los encuestados califica su situación económica y financiera de regular y el 31,4% como buena, y en los próximos tres meses solo el 25% espera que vaya a mejor y un 67,6% que siga igual.
De cara a los próximos doce meses, el 50,5% prevé un incremento de la inversión productiva, el 45,5% de las exportaciones y el 54,6% de la creación del empleo. Respecto al tipo de cambio entre el euro y el dólar el 60,6% espera que, en diciembre de 2022, se sitúe entre el 1,1 y 1,2%.
Los panelistas no han alterado mucho sus opiniones sobre la evolución de la economía mundial respecto al consenso anterior. El 35,9% la califican como buena y el 59% como regular.
No obstante, caen del 73,8% al 29,1% los que piensan que va a ir a mejor y crecen del 20,6% al 56,3% los que consideran que seguirá igual. Sobre los riesgos que condicionan el crecimiento de la economía mundial, los asociados con los efectos de la pandemia y a la incertidumbre por los rebrotes son los más importantes, según el 47% de los encuestados, seguido de los riesgos relacionados con los déficits y la deuda pública.
LOS RIESGOS DE LA INFLACIÓN
Lo que sí preocupa a los expertos es el alza de los precios, que advierten de que las presiones inflacionistas observadas durante los últimos meses podrían acabar siendo estructurales si se trasladan a los salarios.
La opinión generalizada de los expertos es que la inflación es un fenómeno “transitorio”, pero podría volverse estructural en un escenario en el que los incrementos de precios se trasladen a las nóminas. De hecho, el 86,6% de los panelistas aseguran que si la inflación se traslada a los salarios, podría generar efectos de segunda ronda y convertirse en estructural.
Casi la mitad (48%) de los panelistas afirma que la inflación es el principal riesgo en el medio plazo para la economía española. Solo el 6,1% de los encuestados considera que el alza de precios está bajo control, aunque el 38,8% considera que es un problema transitorio.
En esta línea, el 62,2% estima que los precios se irán reduciendo a lo largo de la primera mitad del próximo año. De hecho, los encuestados esperan que la inflación cierre 2021 en el 3,4% y 2022, en el 2,5%.
En la eurozona, el 32,7% de los encuestados cree que en los próximos meses se mantendrá un escenario de “reflación”, es decir, la combinación de inflación con crecimiento económico. Al mismo tiempo, el 40,8% de los encuestados cree que el conjunto de las economías más desarrolladas de la zona no se encuentra en riesgo de estanflación –inflación con crecimiento bajo– y espera que la producción se ajuste, más pronto que tarde, a la situación previa a la pandemia.
Hasta entonces, los activos que más sufrirán con el alza de los precios, según los encuestados, serán la deuda pública a largo plazo (50,5%) y los bonos corporativos a largo plazo (45,1%) y los que menos, el oro (40,9%) y las criptomonedas (39,9%), que podrían estar actuando como activos refugio.
Con respecto a las políticas monetarias y fiscales, el 72,3% de los expertos y directivos coincide en que se debería de reducir el gasto público y el 56% cree que se tendrían que restablecer los desequilibrios, tendiendo a cumplir, poco a poco, las reglas fiscales de la Unión Europea. Además, el 59% pide que las políticas fiscales de los Gobiernos de la zona euro eviten medidas fiscales y laborales que añadan costes a las empresas.
Respecto a la política monetaria, el 43,3% considera que se debería reducir la compra de activos, de manera que el balance de los bancos centrales crezca más lentamente. El 46,9% de los panelistas se muestra de acuerdo con la iniciativa puesta en marcha por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed por sus siglas en inglés) de reducir su programa de compra de bonos, frente a un 46,9% que no tiene una opinión clara al respecto.
Sobre los tipos de interés, el 69% espera que se mantengan en el 0% en junio de 2022 y un 50% prevé que puedan subir en diciembre de 2022.