Afirma que las condiciones para lograr una pensión completa en España son “laxas” si se comparan con las de otros países
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha alertado del impacto que supondrá el envejecimiento de la población sobre la “sostenibilidad financiera” del sistema de pensiones español, según se desprende del anexo para España del informe bienal ‘Pensiones de un vistazo’, publicado este miércoles.
El documento explica que los ingresos de los mayores de 65 años equivalen en torno al 96% de los ingresos medios del total de la población, lo que supone ocho puntos porcentuales más que en el conjunto de la OCDE. Además, en España esta ratio ha crecido en 11 puntos respecto al año 2000, lo que significa que los ingresos de los mayores han crecido a una mayor ratio que los de los demás.
La OCDE considera que este incremento se deben en gran parte a que el gasto en pensiones por jubilado ha crecido a un ritmo mucho mayor que el salario medio. En este sentido, aunque los cambios demográficos han registrado un decalaje con respecto al resto de países de la OCDE, el envejecimiento “se acelerará ahora a un ritmo muy rápido, poniendo una fuerte presión en la sostenibilidad financiera”, ha alertado el organismo.
En su análisis comparado, la institución con sede en París considera que las condiciones para lograr una pensión completa de jubilación son “laxas” si se comparan internacionalmente. Mientras que en 2027, un trabajador se puede retirar a los 65 años con una pensión completa si ha cotizado 38,5 años, en Francia hacen falta 43 años cotizados, mientras que en Alemania son necesarios 45 años.
Además, la OCDE ha puesto el acento en que en la mayoría de países se tiene en cuenta el total de la carrera laboral para calcular la pensión. En la UE, solo Francia, Eslovenia y España emplean un horizonte temporal de 25 años o menos.
PENSIONES EN ESPAÑA MÁS GENEROSAS
El ‘think tank’ de los países desarrollados también ha puesto de manifiesto que la derogación del factor de sostenibilidad ha provocado que la tasa de sustitución de las pensiones haya crecido hasta el 89%, frente a la media del 62% de la OCDE.
“Esta elevada tasa de sustitución será elegible a los 65 años, mientras que el mismo nivel requería trabajar hasta los 69 años en Países Bajos, Italia tendría un 82% a los 71 años y Dinamarca, un 84% a los 74 años”, ha destacado la OCDE.
El organismo también ha ejemplificado que la derogación del índice de revalorización de las pensiones y el factor de sostenibilidad y su sustitución por la indexación al IPC y por el mecanismo de equidad intergeneracional, respectivamente, “ilustran que una política consistente en el tiempo requiere de amplios consensos políticos antes de su implementación”.
En el informe completo, la OCDE ha alertado este miércoles, a nivel general y sin especificar ningún país, de que el futuro de los sistemas de pensiones depende de que se adopte la decisión de elevar las cotizaciones, ampliar la edad de jubilación o reducir las pensiones.